Un video difundido en el sitio web The Guardian el día de hoy muestra un proyecto piloto del gobierno alemán que busca desradicalizar a jóvenes reclutados por ISIS a través del teatro. La iniciativa se llevó a cabo en una prisión para menores de Wiesbaden, Alemania donde hay cerca de trescientos reclusos, incluyendo una cifra sin revelar de reclutas de Isis provenientes de Siria. El objetivo es formar una campaña que canalice de manera apropiada el enojo de adolescentes islámicos de segunda o tercera generación del país europeo. «Angela Merkel se encuentra bajo presión después de los ataques terroristas ocasionados por refugiados en Würzburg y Ansbach. Hace doce meses dije que no iba a ser una tarea fácil, pero el día de hoy estoy convencido de que podemos lograrlo», declaró Husamuddin Meyer quien trabaja en la prisión como guía religioso. Según el departamento de seguridad de Alemania, alrededor de ochocientas personas han dejado su país para unirse a Isis. La mayoría son jóvenes alemanes influenciados por la propaganda del líder radical Abu Bakr al-Baghdadi. El proyecto ha enfrentado el escepticismo de los directores de la prisión y el Tribunal de Justicia en Alemania, sin embargo han logrado resultado positivos en un año de trabajo. «Cuando vemos a los prisioneros normalmente pensamos en su culpa, pero su vergüenza es la raíz del problema. A veces esa vergüenza es la que los impulsa a cometer un crimen», declaró Armen Dechow, primer director de teatro en una prisión alemana. Las escenas promovidas por el diario inglés fueron adaptadas del documental Bare-Handed: Fighting the Islamic State del director Stefano Obino.
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