«Vuela como mariposa, pica como abeja», frase célebre de Muhammad Ali, toma otro significado cuando se conoce su faceta más allá del cuadrilátero de boxeo. Ali, que el día de hoy cumpliría setenta y cinco años, es retratado de una forma más íntima en la serie de fotografías capturadas por su amigo George Kalinsky. En la muestra Soy el rey del mundo: fotografías de Muhammad Ali por George Kalinsky, encontramos imágenes del polémico boxeador como guerrero, pero también como hombre de paz. «Ali estaba en el negocio de los deportes de brutalidad, el arte de la brutalidad, pero era, probablemente uno de los más grandes pacifistas de todos los tiempos», afirma Kalinsky. También en la Sociedad Histórica de Nueva York, cuelgan los dibujos que LeRoy Neiman hiciera de Cassius Marcellus Clay, incluso es posible ver uno hecho por el propio “Bocazas”. Ambas exposiciones muestran que la importancia de Muhammad Ali (1942-2016) va más allá del encordado. Se le recuerda como uno de los deportistas más grandes de la Historia, pero sus contribuciones en el ámbito de los derechos humanos no son menores.
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