Después de que la foto del nuevo mural Lushsux se volviera viral en Instagram, la red social borró la imagen y la cuenta del artista callejero sin última advertencia. En la pinta, que ocupa un muro de un piso sobre una avenida en Melbourne, se ve a Hillary Clinton en un monoquini hecho con la bandera estadounidense, sosteniendo un fajo de dólares en la cintura. Es claro que las políticas de censura de Instagram son flexibles, pero todavía más en tiempos de altas temperaturas políticas. Previamente, el grafitero australiano había pintado y publicado los retratos de Melania y Donald Trump, sin ninguna consecuencia adversa. Hoy, el retrato mural de la candidata demócrata apareció “vestido” totalmente de negro, representando a una mujer musulmana, en la firma se lee: Si esta mujer musulmana te ofende, eres un fanático, racista, xenófobo e islamófobo. En su nueva cuenta de Instagram, Lushsusx comentó: «Éste ya no es un muro con un supuesto “semidesnudo ofensivo” de Hillary Clinton, ahora es la representación de una hermosa mujer musulmán».
Esta nueva carrera por la presidencia de EEUU ha sido la “fuente de inspiración” para otras obras de arte. Porque el humor continua siendo de las armas más poderosas de la crítica, y contra la censura. Mal por Instagram, bien por Lushsux.
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