Aunque hay cabida para la fantasía, el drama de época o la ciencia ficción, muchas de las mejores series de esta década se ubican en las coordenadas del noir. Esta selección forma parte de nuestra edición actual (114): Un arte televisivo.
Tremé
David Simon y Eric Overmyer
HBO, 2010-2013
Maestro del relato coral, Simon (The Wire) construye el revelador retrato de una Nueva Orleans que trata de recuperarse del huracán Katrina.
Boardwalk Empire
Terence Winter
HBO, 2010-2014
En mancuerna con Martin Scorsese, Winter (guionista de Los Soprano) ensaya una arqueología del crimen en los Estados Unidos de la Ley Seca.
Game of Thrones
David Benioff y D.B. Weiss
HBO, 2011-
Un relato de fantasía para adultos, capaz de albergar dragones, sexo abundante y asesinatos sangrientos. La serie más popular de esta época.
Boss
Farhad Safinia
Starz, 2011-2012
Nadie esperaba de Kelsey Grammer (Frasier) semejante interpretación: un alcalde trata de conservar el poder mientras se hunde en la demencia.
Black Mirror
Charlie Brooker
Channel 4 / Netflix, 2011-
La inquietud por el efecto de las pantallas negras de la tecnología en nuestras vidas es expresada aquí de múltiples formas, siempre reflexivas.
The Americans
Joe Weisberg
FX, 2013-
Escritura televisiva en todo su esplendor: una historia de espías durante la Guerra Fría sirve para dibujar un retrato de familia con pocos antecedentes.
House of Cards
Beau Willimon
Netflix, 2013-
Irregular y adictiva, formalmente renovadora (el mensaje de texto como elemento narrativo), Kevin Spacey hace de la Casa Blanca un tablero de ajedrez.
True Detective
Nic Pizzolatto
HBO, 2014-
Aunque la segunda no estuvo a la altura de la excepcional primera temporada, este neonoir muestra como ninguno la devastación del ambiente físico y psíquico.
Fargo
Noah Hawley
FX, 2014-
La obra maestra de los hermanos Coen es convertida aquí en un universo, donde el provincianismo y el crimen forman una pareja risueña y perversa.
The Knick
Jack Amiel y Michael Begler
Cinemax, 2014-
Dirigida íntegramente por Steven Soderbergh, ambientada en la Nueva York de hace un siglo, se trata de la serie que más innova en lo visual y lo sonoro.
Better Call Saul
Vince Gilligan y Peter Gould
AMC, 2015-
Saul Goodman era un personaje demasiado carismático para ser sólo un secundario de Breaking Bad: aquí ocupa el centro de un relato agridulce.
Bloodline
Todd A. Kessler, Glenn Kessler y Daniel Zelman
Netflix, 2015-
Un drama familiar en las costas de Florida, que son retratadas a la luz de un sol oscuro. Ya decía Tolstói que las familias infelices lo son a su manera.
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