Nicolás García Uriburu (Buenos Aires, 1937) murió a los 78 años de edad el pasado 19 de junio en el Hospital de Rivadavia, en Buenos Aires. El artista plástico formó parte de la escena del arte contemporáneo en Argentina entre los años sesenta y setenta. Paisajista y ambientalista, su trabajo en el arte siempre estuvo comprometido con la creación de conciencia respecto a los problemas ambientales. Es recordado por su intervención en la Bienal de Venecia en 1968, cuando transformó el canal en un espejo verde fluorescente por medio de un pigmento que al ser sintetizado por microorganismos en el agua adopta ese color, acción por la que fue arrestado y liberado a la brevedad, pues se pensó que la sustancia era tóxica. La intervención lo dio a conocer a nivel internacional; la repitió dos años después en el East River, en Nueva York; en el Sena, en París; y en Riachuelo al Este de Argentina, cuya cuenca es una de las más contaminadas del mundo. Junto a Joseph Beuys, en 1981, tiñó las aguas del río Rhin.
En 1968 obtuvo el Gran Premio de Pintura Nacional, en Argentina; el primer sitio en la Bienal de Tokio en 1975; el Premio Braque y el Primer Premio Otium Ecología, en 1993, por mencionar algunos.
Se desconoce la causa de la muerte.
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