Agitación y propaganda

El próximo 7 de agosto termina la exhibición Agitprop!, que desde diciembre de 2015 se exhibe en el Brooklyn Museum y que reúne el trabajo de varios artistas contemporáneos. El nombre responde a la contracción de las palabras agitación y propaganda, y se originó a principios del siglo XX en la Rusia comunista, hace referencia a una estrategia política orquestada a través del arte o de la literatura para influir en la opinión pública. Claro, antes de la carga política, la palabra “propaganda” sólo hacía referencia a la diseminación de una idea. Fuera del contexto político, ambas palabras evocan un acto colectivo de izquierda.

 

Con toda la carga política inherente, Agitprop! conecta el arte contemporáneo dedicado al cambio social con momentos históricos en el activismo creativo, carteles, acciones en la calle, canciones, archivos digitales y plataformas web, una revisión al alcance y el impacto de estas prácticas artísticas. La primera etapa de la muestra inició, en diciembre, con veinte obras en diálogo directo con las temáticas sociales más urgentes y cinco casos históricos específicos; la segunda arrancó en febrero de este año, con una nuevo cuerpo de obra; mientras que la tercera,iniciada el 6 de abril,integró un nuevo grupo  de artistas; cada grupo eligió al siguiente.

 

 

 

 

Las obras abordan las luchas por la justicia social, las demandas por la igualdad de género, las batallas por los derechos humanos, las protestas contra la guerra y la desigualdad económica, por mencionar algunas. Aunque la exposición actualmente se encuentra cerrada de forma temporal debido a fallas con el aire acondicionado, durante el mes de mayo fue el telón de fondo perfecto de una protesta realizada fuera del museo y motivada por una de las obras que forman Agitprop!, una exposición fotográfica sobre Israel/Palestina, además de un conflicto con la directora de la institución, Anne Pasternak, de quien se dice ha restado importancia a los temas de la exhibición.

 

La manifestación llegó hasta el interior del museo, la exhibición sostuvo un diálogo real con un momento en la historia. La protesta puso sobre la mesa el nombre de los patrocinadores y sus donaciones al ejército israelí. Sin embargo, el diálogo fue interrumpido por la policía que desplazó a los manifestantes fuera del museo. Se pidió que la institución privilegie el pensamiento crítico, el diálogo, el intercambio de ideas y ofrezca un lugar a los diferentes puntos de vista.

 

 

 

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