jueves, 21 de julio de 2016

Retratos de familia

Ganadora, en 2015, del Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, y publicado por Tierra Adentro, el poemario Retratos de familia de Karen Plata (Ciudad de México, 1986) es la bitácora de un ejercicio de escritura a partir de la memoria infantil, una búsqueda de la lengua materna. Entrevistamos a la autora.

 

En tus propias palabras, Retratos de familia es

Un intento por trazar la casa de la infancia. Entender qué pasó con la abuela mamá. Por qué decían lo que decían. Por qué ahora repito frases. El libro tiene un montón de preguntas infantiles, ya estaba bastante grande cuando lo escribí así que hay dos voces (la de mamá y la de la abuela) burlándose de mis ideas y cuestionamientos. Pero fueron ellas las que me dijeron no que me podía convertir en cerdo si no me terminaba la comida, o que se me iba secar la mano si no la extendía para que me pegaran. Yo era muy ingenua, crecí creyendo que todo eso que me decían era verdad. Antes de morir, mi bisabuela se la pasaba repitiendo que «no dejáramos entrar a las bolas de fuego con dientes que estaban en la ventana». El día que la bisabuela murió dormía, mamá abrió la ventana porque hacía mucho calor y la tata amaneció muerta. Desde entonces cierro las ventanas en la noche.

 

¿Por qué escribir sobre tu pasado y no acerca de nuestro presente?

Porque aunque no quiero repito cosas de mi abuela y mi mamá que ya no tienen sentido: como no comer nada que te regalen y desconfiar de todo, buscar escondites siempre que llegas a un lugar. No son comportamientos normales. O conservar en la casa durante dos días los cuerpos muertos de las mascotas, porque es el tiempo que tarda en salir el alma, lo he hecho con perros, gatos y pollitos de colores, y también ahora que murió mi mamá, fue un funeral de dos días.

 

¿Lo que escribes siempre surge de tu propia historia, es autobiográfico?

¿Qué no es autobiográfico?

 

 ¿No hay especulación o prospección?

Claro que sí, siempre hay cosas que no es posible responder sólo con lo que se tiene enfrente.

 

¿Qué cosas has respondido escribiendo?

Nada. Quisiera poder responder algo, pero siempre tengo la sensación de estar buscando algo. Ahora me encantaría saber qué es de mi mamá, si me espera en algún lugar, pero no lo sé y no lo voy a saber.

 

¿Tu madre está presente en Retratos de familia?

Murió en febrero y sí está presente. Es raro porque el libro salió antes, cuando no sabía que iba a morirse. Ahora escribir me permite traerla (algo como al estilo Macedonio Fernández, que podría ser como un personaje o un estado) me permite crear y pensar también en ese no lugar donde está.

 

¿Es algo en lo que estás ocupada ahora?

Sí, es lo que estoy buscando ahora. El cómo se dice esto que siento porque no está, porque quiero que esté. Y la verdad está chulo porque a veces la encuentro. Igual lo has escuchado un montón de veces y parece que no tiene sentido, pero los mejores textos suelen ser aquellos en los que no te reconoces, en los que no sabes de dónde surgieron, y te sorprenden, todavía más si por un segundo traen el olor a leche quemada y te hace revivir algo o te deja con la sensación en la boca de que hay algo que va a pasar.

 

 



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