miércoles, 6 de julio de 2016

Bonnefoy, multidimensional

Yves Bonnefoy vivió 93 años, murió el 1 de julio en París. Detrás queda un legado que se reparte entre obra poética y ensayística, la segunda más nutrida que la primera. Considerado uno de los grandes poetas franceses del siglo XX, dedicó casi setenta años de su vida a «describir la majestad de las cosas sencillas» a través de una poética sofisticada de lenguaje asible. Para Bonnefoy (Tours, París, 1923-París, 2016) «los poemas no tienen significado. Cuando se lee uno hay que preguntar a la propia experiencia, a la memoria. Y a partir de ahí buscar la interpretación», dijo al recibir el premio de la FIL Guadalajara, en 2013.

 

Nació en el seno de una familia sencilla, su padre fue montador de talleres ferroviarios y su madre profesora de escuela. La muerte de su padre, cuando Bonnefoy contaba con tan sólo trece años, lo marcó profundamente; la muerte y la imperfección estarían siempre presentes en su obra poética. En 1943, después de estudiar filosofía y matemáticas, se concentra en la poesía, la literatura y la historia del arte. Sus ensayos sobre arte y artistas del Barroco y del siglo XX como Goya, Picasso, Mondrian, Giacometti, Balthus y Miró, además de los brillantes ensayos sobre Rimbaud (Notre besoin de Rimbaud) y Baudelaire (Sous le signe de Budelaire) –estos dos últimos estarían presente en su obra además de Nerval y Mallarmé– son un referente para la crítica de arte por su capacidad de hacer de las palabras «el embrión que no sólo describe y señala y nombra al mundo sino que lo ordena y puede salvarlo, reordenarlo».

 

Durante un tiempo convivió con el grupo allegado a André Breton con quienes compartió el gusto por «por intensificar la conciencia y la palabra» a partir del lenguaje poético; se separó de ellos en 1947. En 1953 se edita su primera antología Del movimiento y la inmovilidad de Douve, a la que le sigue Piedra escrita (1965) y el Territorio interior (1971), Relatos en sueños (1977), Principio y fin de la nieve (1991), La lluvia de verano (1999), y Las tablas curvas (2001), por mencionar algunas de sus obras traducidas al español. El tema central de su poesía y ensayos siempre rondó el arte, el ser y la creación.

 

Además de poeta, crítico literario y ensayista, se convirtió en profesor universitario en 1981 al sustituir a Roland Barthes, tras su muerte, en la cátedra Estudios comparados de la función poética en el Colegio de Francia. Su trabajo con las palabras se extendió a la traducción a la que comparaba con la poesía por la transformación del lenguaje. Fue un reconocido traductor de Shakespeare: Hamlet, Macbeth, El rey Lear, Romeo y Julieta, Julio César, Cuento de invierno, La tempestad, Antonio y Cleopatra, Otelo, Como gustéis, Sonetos, entre otras, se encuentran entre sus traducciones. Tradujo también al francés obras de John Keats, W.B. Yeats, Petrarca y a Giacomo Leopardi.  

 

Gran poeta, ensayista, crítico de arte, traductor y profesor universitario, fue reconocido con el Premio de la Crítica (1971), el Gran Premio de Poesía de la Academia Francesa (1981), el Goncourt de Poesía (1987), el Cino del Duca (1995), el Premio Balzan (1995), el Premio Franz Kafka (2007) y el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, en Guadalajara.

 

Junto a su obra, sobrevivirá «su capacidad para convertir el poema en un espacio multidimensional e hipersensible», de utilizar la palabra siempre en fuga: «La poesía es la memoria de esos instantes de presencia, de plenitud experimentada durante los años infantiles, seguida por la aprehensión del no-ser que yace debajo de esos instantes y que se traduce en duda, y luego por esa indecisión que constituye la vida; pero que también ella es una reafirmación, representa nuestra voluntad de que debe de existir un sentido en el momento en que el sentido desaparece».

 

Del movimiento y la inmovilidad de Douve (1953)

Últimos gestos

 

¿Qué asir sino lo que se escapa?

¿Qué ver sino lo que oscurece?

¿Qué desear sino lo que se muere,

lo que habla y desgarra?

 

Palabra que me es cercana

¿qué buscar sino tu silencio

qué claridad sino tu profunda

conciencia enterrada

 

palabra lanzada material

al origen y la noche?

 



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