miércoles, 30 de marzo de 2016

Mustang: una historia de denuncia social.

Foto: goldposter


La denuncia social está por todos lados en la película Mustang, la cual gira en torno a cinco hermanas huérfanas que viven en un pueblo al noroeste de Turquía. El espíritu libre de las hermanas es progresivamente apagado por las costumbres tradicionales y machistas tanto de la abuela como del tío, quienes son los que están encargados de la educación y crianza de las chicas. 

Al comienzo del filme, las hermanas son vistas jugando en el río con otros jóvenes. Al ser vistos por miembros de la comunidad, la abuela desaprueba el “comportamiento indebido” de sus nietas y las somete a una prueba de virginidad, pensando que su comportamiento fue más allá de un simple juego infantil. 

A partir de ese punto las hermanas serán bombardeadas con una dosis de represión con cada pequeña e inocente acción que hagan, ya que hasta asolearse o ver el fútbol es un acto no apto para señoritas. Una por una van siendo obligadas a un matrimonio arreglado, a vestirse recatadamente y a hablar y actuar sólo conforme a las reglas impuestas por su recatada abuela. 


Mustang expone una crítica muy atinada de la sociedad que penaliza la sexualidad de la mujer y la coloca en una jaula de oro controlada por los hombres y la sociedad tradicionalista. Aún así es una oleada de aire fresco ya que muestra la personalidad jovial y luchadora de las jóvenes que se rehúsan a unirse a las tradiciones de ese pueblo retrógrada en la mitad de la nada.