Foto: goldposter
La denuncia social está por todos lados en la
película Mustang, la cual
gira en torno a cinco hermanas huérfanas que viven en un pueblo al
noroeste de Turquía. El espíritu libre de las hermanas es progresivamente
apagado por las costumbres tradicionales y machistas tanto de la abuela
como del tío, quienes son los que están encargados de la educación y
crianza de las chicas.
Al comienzo del filme, las
hermanas son vistas jugando en el río con otros jóvenes. Al ser vistos por
miembros de la comunidad, la abuela desaprueba el “comportamiento indebido”
de sus nietas y las somete a una prueba de virginidad, pensando que su comportamiento
fue más allá de un simple juego infantil.
A partir de ese punto las
hermanas serán bombardeadas con una dosis de represión con cada pequeña e
inocente acción que hagan, ya que hasta asolearse o ver el fútbol es un acto
no apto para señoritas. Una por una van siendo obligadas a un matrimonio arreglado, a
vestirse recatadamente y a hablar y actuar sólo conforme a las reglas impuestas
por su recatada abuela.
Mustang expone una crítica muy atinada de la sociedad que penaliza la sexualidad de la mujer
y la coloca en una jaula de oro controlada por los hombres y la sociedad tradicionalista.
Aún así es una oleada de aire fresco ya que muestra la personalidad jovial
y luchadora de las jóvenes que se rehúsan a unirse a las tradiciones de
ese pueblo retrógrada en la mitad de la nada.