martes, 23 de febrero de 2021

La mecánica de lo peor

A falta de crítica, o al menos de periodismo cultural que no opere como departamento de márketing, los opinadores mediáticos y booktubers emitieron sus dictámenes, como leyendo un apuntador: “te agarra y no te suelta”, “se lee de una sentada”, “es como ver una película”. Dado que son elogios, podría pensarse que se refieren a uno de esos productos editoriales diseñados para ser consumidos en la playa, pero se trata de la novela más reciente de una de las escritoras mexicanas más leídas y celebradas de los últimos años, Fernanda Melchor. Intentemos seguir otro camino. Propongo abordar Páradais como una obra literaria.

La tercera novela de Melchor forma, junto a Falsa liebre (2013) y Temporada de huracanes (2017), una suerte de tríptico sobre el trópico negro, “este trópico melancólico y violento que fui construyendo con mis experiencias en Veracruz puerto y en las zonas rurales que lo rodean”, como explicó a Antonio Ortuño en una entrevista. Se trata, entonces, de delinear una zona, un espacio en el que la ficción duplica lo real para otorgar consistencia material al relato (el condado de Yoknapatawpha de Faulkner, etc.). Este territorio, sin embargo, opera fundamentalmente como marco de una retórica, una prosa que emula cierta habla y otorga su característica central a la escritura de Melchor.

Pese a los referentes que vienen a la mente, no hay aquí ethos barroco, una “estrategia para hacer ‘vivible’ algo que básicamente no lo es: la actualización capitalista de las posibilidades abiertas por la modernidad” (Bolívar Echeverría); tampoco utopía del lenguaje (Páradais no tiene voluntad de Paradiso). En las novelas de Melchor atestiguamos una suerte de mimesis verbal que localiza las historias y lleva a la superficie de las palabras la violencia de lo narrado, a través de un amplio registro sensorial.

La aclamación de Temporada de huracanes podría entenderse a partir de un aspecto concreto de su concepción: de estructura compleja y frases largas, polifónica y rica en léxico, nunca abandona el marco realista. Al final sabemos quién es la Bruja de La Matosa, cómo ocurrió el crimen, qué tipo de pulsiones animan a los personajes; el enigma es desterrado, la sintaxis queda incólume. Páradais, un relato más breve, persigue la eficacia y, a favor de una trama legible, simplifica sus recursos hasta volverse anecdótica. La violencia borbotea en el habla juvenil lumpenizada, pero persiste la corrección sintáctica. Hay una lectura política posible: el sustrato de la lengua permanece inmóvil, como la realidad narrada, mientras en la superficie las palabras aletean como insectos atrapados en una materia viscosa. Los personajes de Melchor no tienen salida, y las que vislumbran son espejismos.

Decididamente marginales pese a su diferencia de clase, Polo y Franco, los protagonistas de Páradais, se mueven dentro de las coordenadas de un orden opresivo que les ofrece dos opciones: la miseria (económica o moral) o la delincuencia. Algo recuerda a Los excluidos (1980), de Elfriede Jelinek, una novela sobre cuatro jóvenes de orígenes sociales dispares que, en la Viena de la posguerra, comparten la frustración ante un futuro borroso y terminan cometiendo actos horribles. Pero donde Jelinek trabaja las diferencias del habla, con las desigualdades expresándose en el lenguaje –que somete a una crítica despiadada–, Melchor coloca a Polo, obrero, y a Franco, hijo de familia, en un mismo plano verbal. El epígrafe de Las batallas en el desierto sirve para señalar lo que ha cambiado en el México retratado por Páradais: el enamoramiento adolescente por la mujer mayor carece de inocencia en Franco Andrade, que sólo puede acceder al objeto de su deseo mediante la violencia homicida.

El paraíso siempre estuvo perdido, nos recuerda el estratégico nombre de un personaje secundario (Milton), pero hay momentos en los que el narrador de la novela –Polo desdoblado en tercera persona– se permite descripciones del paisaje; la prosa adquiere otras tonalidades y registros, el léxico se diversifica. Son momentos en los que el lector puede vislumbrar algo distinto al determinismo de lo peor. Su prosa “no da respiro”, se ha dicho: en Páradais abundan las palabras, pero muy pocas permiten vislumbrar un afuera, delinear una realidad otra.

Fernanda Melchor, Páradais, Literatura Random House, México, 2021, 160 pp.

La entrada La mecánica de lo peor se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3urzxyY
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

La mecánica de lo peor

A falta de crítica, o al menos de periodismo cultural que no opere como departamento de márketing, los opinadores mediáticos y booktubers emitieron sus dictámenes, como leyendo un apuntador: “te agarra y no te suelta”, “se lee de una sentada”, “es como ver una película”. Dado que son elogios, podría pensarse que se refieren a uno de esos productos editoriales diseñados para ser consumidos en la playa, pero se trata de la novela más reciente de una de las escritoras mexicanas más leídas y celebradas de los últimos años, Fernanda Melchor. Intentemos seguir otro camino. Propongo abordar Páradais como una obra literaria.

La tercera novela de Melchor forma, junto a Falsa liebre (2013) y Temporada de huracanes (2017), una suerte de tríptico sobre el trópico negro, “este trópico melancólico y violento que fui construyendo con mis experiencias en Veracruz puerto y en las zonas rurales que lo rodean”, como explicó a Antonio Ortuño en una entrevista. Se trata, entonces, de delinear una zona, un espacio en el que la ficción duplica lo real para otorgar consistencia material al relato (el condado de Yoknapatawpha de Faulkner, etc.). Este territorio, sin embargo, opera fundamentalmente como marco de una retórica, una prosa que emula cierta habla y otorga su característica central a la escritura de Melchor.

Pese a los referentes que vienen a la mente, no hay aquí ethos barroco, una “estrategia para hacer ‘vivible’ algo que básicamente no lo es: la actualización capitalista de las posibilidades abiertas por la modernidad” (Bolívar Echeverría); tampoco utopía del lenguaje (Páradais no tiene voluntad de Paradiso). En las novelas de Melchor atestiguamos una suerte de mimesis verbal que localiza las historias y lleva a la superficie de las palabras la violencia de lo narrado, a través de un amplio registro sensorial.

La aclamación de Temporada de huracanes podría entenderse a partir de un aspecto concreto de su concepción: de estructura compleja y frases largas, polifónica y rica en léxico, nunca abandona el marco realista. Al final sabemos quién es la Bruja de La Matosa, cómo ocurrió el crimen, qué tipo de pulsiones animan a los personajes; el enigma es desterrado, la sintaxis queda incólume. Páradais, un relato más breve, persigue la eficacia y, a favor de una trama legible, simplifica sus recursos hasta volverse anecdótica. La violencia borbotea en el habla juvenil lumpenizada, pero persiste la corrección sintáctica. Hay una lectura política posible: el sustrato de la lengua permanece inmóvil, como la realidad narrada, mientras en la superficie las palabras aletean como insectos atrapados en una materia viscosa. Los personajes de Melchor no tienen salida, y las que vislumbran son espejismos.

Decididamente marginales pese a su diferencia de clase, Polo y Franco, los protagonistas de Páradais, se mueven dentro de las coordenadas de un orden opresivo que les ofrece dos opciones: la miseria (económica o moral) o la delincuencia. Algo recuerda a Los excluidos (1980), de Elfriede Jelinek, una novela sobre cuatro jóvenes de orígenes sociales dispares que, en la Viena de la posguerra, comparten la frustración ante un futuro borroso y terminan cometiendo actos horribles. Pero donde Jelinek trabaja las diferencias del habla, con las desigualdades expresándose en el lenguaje –que somete a una crítica despiadada–, Melchor coloca a Polo, obrero, y a Franco, hijo de familia, en un mismo plano verbal. El epígrafe de Las batallas en el desierto sirve para señalar lo que ha cambiado en el México retratado por Páradais: el enamoramiento adolescente por la mujer mayor carece de inocencia en Franco Andrade, que sólo puede acceder al objeto de su deseo mediante la violencia homicida.

El paraíso siempre estuvo perdido, nos recuerda el estratégico nombre de un personaje secundario (Milton), pero hay momentos en los que el narrador de la novela –Polo desdoblado en tercera persona– se permite descripciones del paisaje; la prosa adquiere otras tonalidades y registros, el léxico se diversifica. Son momentos en los que el lector puede vislumbrar algo distinto al determinismo de lo peor. Su prosa “no da respiro”, se ha dicho: en Páradais abundan las palabras, pero muy pocas permiten vislumbrar un afuera, delinear una realidad otra.

Fernanda Melchor, Páradais, Literatura Random House, México, 2021, 160 pp.

La entrada La mecánica de lo peor se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3urzxyY
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

lunes, 22 de febrero de 2021

El realismo capitalista de Bill Gates

A finales del año pasado se revelaron dos noticias que tienen mucho en común en la medida en que se contradicen. La primera, que los multimillonarios acumularon mayor riqueza –1.9 billones de dólares– durante la pandemia, mientras que el resto de la población mundial se empobreció aún más. La segunda fue que Bill Gates, que sumó 20 mil millones a su fortuna en el mismo período, publicaría al fin su esperado libro Cómo evitar un desastre climático, recién editado por Plaza & Janés en español, en el que el empresario y filántropo explica con una prosa amena –leí el original en inglés– la situación en la que nos encontramos, da un diagnóstico informado de las soluciones actuales y explora las opciones que podrían ralentizar los efectos de la crisis climática.

Desde la polutocracia

Lo primero que hay que alabar es la honestidad del autor: reconoce que, por ser millonario, su huella ecológica es “estúpidamente alta”, y no se equivoca: según el reporte de Oxfam y el Stockholm Environment de 2020, entre 1990 y 2015 el 10% más rico de la humanidad –unos 630 millones de personas– representó el 52% de las emisiones acumuladas por consumo, mientras que el 1% más rico –63 millones de personas– representó más del 15% de las emisiones acumuladas. Este 15% de emisiones es más del doble del 50% más pobre (3.1 mil millones de personas), o más que todas las emisiones acumuladas por ciudadanos de la Unión Europea. Desde las primeras líneas de Cómo evitar un desastre climático Gates nos da dos cifras: 51 mil millones, las toneladas de gases de efecto invernadero que se inyectan en la atmósfera anualmente; cero, la meta a la que debemos llegar lo antes posible si queremos evitar la tragedia.

Sin embargo, al comparar las cifras, vemos que el verdadero problema que enfrenta el planeta es creado por una polutocracia minoritaria y el autor, de nuevo, lo reconoce: “¿quién soy yo para sermonear sobre el medioambiente?”. Por esta razón se huele en las páginas del libro un tufillo de autoinmolación, ya que por un lado Gates se avergüenza de tener una mansión enorme y de viajar en jet privado –estos emiten hasta 40 veces más dióxido de carbono que un jet comercial; Cascade Investment, el fondo que administra gran parte de su fortuna personal, anunció que se había asociado con la firma estadounidense de capital privado Blackstone en una oferta por la firma británica Signature Aviation, una enorme flota de jets privados–, pero por otro justifica que, para compensar, ha comprado combustible sustentable para su jet, ha invertido en tecnologías de cero emisiones –hasta mil millones de dólares en proyectos de producción de acero, cemento y carne– y se ha deshecho –a regañadientes debido a la presión mediática– de activos que tenía en combustibles fósiles.

Fantasías tecnológicas

El diagnóstico de Gates está dividido en cinco sectores económicos, las mayores fuentes globales de emisión de gases de efecto invernadero: producción de cosas (cemento, acero, plástico) que representa el 31%, el sistema eléctrico con 27%, la producción de comida (cultivos, animales) con 19%, transportación (aviones, camionetas, barcos de carga) con 16% y los sistemas de mantenimiento de temperatura (calefacción, aire acondicionado y refrigeración) con 7%. A cada uno de estos problemas Gates dedica un capítulo en el que explora las soluciones correspondientes. No se trata de soluciones generales que abarcan la complejidad de la crisis climática: todas sus propuestas son tecnológicas porque, dice, “soy un tecnófilo: muéstrame un problema y buscaré la tecnología para arreglarlo”.

Esta tecnofilia no es exclusiva de Gates; de hecho, es promovida por multimillonarios que conciben la crisis climática como un mero asunto tecnológico, de falta de innovación, de emprendedurismo, y no como un problema político ni mucho menos social. Es la visión que comparten Joe Biden, Elon Musk o las grandes petroleras como Chevron y ExxonMobil. De hecho Rex Tillerson, director ejecutivo de la segunda y Secretario de Estado de Donald Trump por un período corto, lo dijo claramente: “El cambio climático es un problema de ingeniería y su solución por tanto es de ingeniería”. Lo que sugieren los multimillonarios es que hace falta una nueva revolución industrial, no social. En esta línea, Gates repasa todas las fantasías tecnológicas que podrían aplicarse en cada uno de los rubros antes mencionados, desde las clásicas energías renovables y limpias, las baterías para almacenar energía y los fertilizantes sintéticos hasta la experimentación genética en alimentos y plantas como el maíz, el arroz y el trigo, los edificios inteligentes, el cemento y el acero de carbono neutral, la fusión y la fisión nucleares, las máquinas de absorción de carbón y un largo etcétera de tecnofetichismo capitalista.

Gates evalúa cada una de estas propuestas de acuerdo a un precio que es resultado de la diferencia entre la nueva tecnología y los modelos que se requiere reemplazar. A este precio Gates lo llama Green Premium (recargo verde) y es una medida que utiliza también Breakthrough Energy, una startup que el magnate y otros amigos suyos –entre estos Jeff Bezos, Richard Branson, Michael Bloomberg y Jack Ma– fundaron para la innovación en temas relacionados con la crisis climática. Tomaré un ejemplo que ofrece la página del proyecto: “El precio minorista promedio de la carne molida es de 3.79 dólares por libra, mientras que una hamburguesa a base de plantas es de 5.76. El recargo verde para una hamburguesa sin carbono es la diferencia de costo entre las dos, o sea 1.97”. Éste es el extra que tenemos que pagar para comer hamburguesas que no contaminen. Así, de rubro en rubro, el Green Premium varía de acuerdo a la solución tecnológica propuesta. La gasolina cuesta 2.43 dólares por galón y un biocombustible eficiente, 5.00; esto nos da un Premium de 2.57 dólares: 106% más caro. El resultado de la suma total para reemplazar los modelos de producción y consumo existentes alcanza billones y billones de dólares. ¿De dónde va a salir ese dinero?

Tecnofeudalismo

Por supuesto, la solución al problemita de los Green Premiums no es la distribución de la riqueza, mucho menos los impuestos a las grandes fortunas. La solución es la innovación: en el relato de Gates la única manera de bajar los excesivos costos es promoviendo la invención de prototipos tecnológicos más eficientes, más baratos, más accesibles. Los gobiernos, añade, deben intervenir con políticas que promuevan la innovación y tomar la batuta cuando la iniciativa privada, tímida de los Green Premiums, se niegue a incursionar en un proyecto. Una vez que los gobiernos desarrollen esas soluciones tecnológicas los privados deben continuar el camino, tal y como pasó con Internet, las medicinas y el GPS. Esta estrategia neoliberal fue usada por la fundación de Bill y Melinda Gates cuando cabildeó para que los derechos de la vacuna contra el covid-19 de Oxford, desarrollada con fondos públicos, fueran vendidos a AztraZeneca y no liberados para la producción de todos los gobiernos, como tenía planeado Oxford.

Todo resulta muy contradictorio. Según reveló la periodista Emily Atkins, Microsoft, la compañía icónica de Gates, financió las campañas electorales de un gran número de legisladores negacionistas de la ciencia climática durante el ciclo electoral de 2020, incluidos varios senadores republicanos que votaron contra una enmienda a la constitución de 2015 que establece que el cambio climático es real y causado por humanos. De acuerdo con un reporte de Great Plains Action Society, Gates es además el mayor propietario de tierras agrícolas de los Estados Unidos: 242 mil acres, un área de tierra más grande que Singapur o Barbados. Al ser inversor en cada uno de los rubros que necesitan ser reemplazados y, paralelamente, en las tecnologías avanzadas que están en desarrollo, ¿hasta qué punto su interés económico se superpone a su preocupación filantrópica? Un ejemplo de este problema: SpaceX, compañía satelital y de transportación espacial de Elon Musk, con la buena intención de proveer Internet en zonas rurales de Estados Unidos, recibió enormes subsidios del gobierno, lo que le permitió lanzar decenas de satélites y así sumar más del 27% –mil de 3 mil 500– de los satélites activos que orbitan la Tierra. En otras palabras, nos acercamos a una especie de tecnofeudalismo.

Realismo capitalista

Algo que no se menciona en Cómo evitar un desastre climático es el impacto ambiental de esta revolución tecnológica: ¿de dónde se van a extraer los recursos materiales para construir todo un nuevo sistema de producción de carbono neutral? Si reemplazamos los dos mil millones de automóviles de combustión interna que circulan en el mundo actualmente con automóviles eléctricos, la extracción de elementos raros como como disprosio o neodimio –que ya ha creado paisajes apocalípticos en Mongolia y otras regiones donde se minan– aumentará 70%, la extracción de cobre se duplicará y la de cobalto de cuadruplicará de aquí a 2050. La economía, lejos de desmaterializarse, dependerá aún más del extractivismo y, de hecho, así ha sucedido: el consumo global de recursos ha incluso superado el PIB global; o sea, extraemos y consumimos cada vez más recursos sin que esto implique, por un lado, una mejora en el medioambiente ni, por otro, una mejor distribución de la riqueza.

Si bien Gates comienza con un buen argumento sobre la actualidad, su visión futurista se decanta por un presente muy mediocre, al ser incapaz de imaginar un futuro distinto del que sufrimos hoy día. Más que un ejercicio de especulación esperanzadora, la narración de Gates podría encajar en lo que Mark Fisher llama “realismo capitalista”, “la sensación generalizada de que el capitalismo no solo es el único sistema político y económico viable, sino también de que ahora es imposible siquiera imaginar una alternativa coherente diferente a él”. En suma, la gran paradoja del libro es que, al centrarse en meras soluciones tecnológicas, termina ignorando las cuestiones políticas y sociales, que como he advertido son la causa final de la crisis climática.

No es menos sintomático que Bill Gates, en su capítulo sobre cómo ayudar a los más pobres del planeta, quienes sufren y sufrirán las peores catástrofes climáticas, sólo diga que lo que precisan es “ayuda para adaptarse”; no menciona una sola vez un concepto tan básico como justicia ambiental. Así, antes de reconocer su papel protagónico en la tragedia, lo que propone es, literalmente, un deus ex machina. El escritor de ciencia ficción K.S. Robinson, en su novela The Minister for the Future, llama a esta actitud de los multimillonarios “el síndrome de Gotterdämmerung”, tomado de la ópera homónima de Wagner donde se cuenta cómo los antiguos dioses nórdicos destruyen el mundo en la medida que mueren, suplantados por el cristianismo. De la misma manera, ante el cuestionamiento de sus privilegios, los multimillonarios tecnócratas responden con una ataque de ira narcisista. En lugar de reconocer su falta, prefieren ver el mundo arder. Après moi, le déluge!

Francisco Serratos es escritor y académico. Festina está por publicar su libro El Capitaloceno: una historia radical de la crisis climática.

La entrada El realismo capitalista de Bill Gates se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3kcr3XD
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

El realismo capitalista de Bill Gates

A finales del año pasado se revelaron dos noticias que tienen mucho en común en la medida en que se contradicen. La primera, que los multimillonarios acumularon mayor riqueza –1.9 billones de dólares– durante la pandemia, mientras que el resto de la población mundial se empobreció aún más. La segunda fue que Bill Gates, que sumó 20 mil millones a su fortuna en el mismo período, publicaría al fin su esperado libro Cómo evitar un desastre climático, recién editado por Plaza & Janés en español, en el que el empresario y filántropo explica con una prosa amena –leí el original en inglés– la situación en la que nos encontramos, da un diagnóstico informado de las soluciones actuales y explora las opciones que podrían ralentizar los efectos de la crisis climática.

Desde la polutocracia

Lo primero que hay que alabar es la honestidad del autor: reconoce que, por ser millonario, su huella ecológica es “estúpidamente alta”, y no se equivoca: según el reporte de Oxfam y el Stockholm Environment de 2020, entre 1990 y 2015 el 10% más rico de la humanidad –unos 630 millones de personas– representó el 52% de las emisiones acumuladas por consumo, mientras que el 1% más rico –63 millones de personas– representó más del 15% de las emisiones acumuladas. Este 15% de emisiones es más del doble del 50% más pobre (3.1 mil millones de personas), o más que todas las emisiones acumuladas por ciudadanos de la Unión Europea. Desde las primeras líneas de Cómo evitar un desastre climático Gates nos da dos cifras: 51 mil millones, las toneladas de gases de efecto invernadero que se inyectan en la atmósfera anualmente; cero, la meta a la que debemos llegar lo antes posible si queremos evitar la tragedia.

Sin embargo, al comparar las cifras, vemos que el verdadero problema que enfrenta el planeta es creado por una polutocracia minoritaria y el autor, de nuevo, lo reconoce: “¿quién soy yo para sermonear sobre el medioambiente?”. Por esta razón se huele en las páginas del libro un tufillo de autoinmolación, ya que por un lado Gates se avergüenza de tener una mansión enorme y de viajar en jet privado –estos emiten hasta 40 veces más dióxido de carbono que un jet comercial; Cascade Investment, el fondo que administra gran parte de su fortuna personal, anunció que se había asociado con la firma estadounidense de capital privado Blackstone en una oferta por la firma británica Signature Aviation, una enorme flota de jets privados–, pero por otro justifica que, para compensar, ha comprado combustible sustentable para su jet, ha invertido en tecnologías de cero emisiones –hasta mil millones de dólares en proyectos de producción de acero, cemento y carne– y se ha deshecho –a regañadientes debido a la presión mediática– de activos que tenía en combustibles fósiles.

Fantasías tecnológicas

El diagnóstico de Gates está dividido en cinco sectores económicos, las mayores fuentes globales de emisión de gases de efecto invernadero: producción de cosas (cemento, acero, plástico) que representa el 31%, el sistema eléctrico con 27%, la producción de comida (cultivos, animales) con 19%, transportación (aviones, camionetas, barcos de carga) con 16% y los sistemas de mantenimiento de temperatura (calefacción, aire acondicionado y refrigeración) con 7%. A cada uno de estos problemas Gates dedica un capítulo en el que explora las soluciones correspondientes. No se trata de soluciones generales que abarcan la complejidad de la crisis climática: todas sus propuestas son tecnológicas porque, dice, “soy un tecnófilo: muéstrame un problema y buscaré la tecnología para arreglarlo”.

Esta tecnofilia no es exclusiva de Gates; de hecho, es promovida por multimillonarios que conciben la crisis climática como un mero asunto tecnológico, de falta de innovación, de emprendedurismo, y no como un problema político ni mucho menos social. Es la visión que comparten Joe Biden, Elon Musk o las grandes petroleras como Chevron y ExxonMobil. De hecho Rex Tillerson, director ejecutivo de la segunda y Secretario de Estado de Donald Trump por un período corto, lo dijo claramente: “El cambio climático es un problema de ingeniería y su solución por tanto es de ingeniería”. Lo que sugieren los multimillonarios es que hace falta una nueva revolución industrial, no social. En esta línea, Gates repasa todas las fantasías tecnológicas que podrían aplicarse en cada uno de los rubros antes mencionados, desde las clásicas energías renovables y limpias, las baterías para almacenar energía y los fertilizantes sintéticos hasta la experimentación genética en alimentos y plantas como el maíz, el arroz y el trigo, los edificios inteligentes, el cemento y el acero de carbono neutral, la fusión y la fisión nucleares, las máquinas de absorción de carbón y un largo etcétera de tecnofetichismo capitalista.

Gates evalúa cada una de estas propuestas de acuerdo a un precio que es resultado de la diferencia entre la nueva tecnología y los modelos que se requiere reemplazar. A este precio Gates lo llama Green Premium (recargo verde) y es una medida que utiliza también Breakthrough Energy, una startup que el magnate y otros amigos suyos –entre estos Jeff Bezos, Richard Branson, Michael Bloomberg y Jack Ma– fundaron para la innovación en temas relacionados con la crisis climática. Tomaré un ejemplo que ofrece la página del proyecto: “El precio minorista promedio de la carne molida es de 3.79 dólares por libra, mientras que una hamburguesa a base de plantas es de 5.76. El recargo verde para una hamburguesa sin carbono es la diferencia de costo entre las dos, o sea 1.97”. Éste es el extra que tenemos que pagar para comer hamburguesas que no contaminen. Así, de rubro en rubro, el Green Premium varía de acuerdo a la solución tecnológica propuesta. La gasolina cuesta 2.43 dólares por galón y un biocombustible eficiente, 5.00; esto nos da un Premium de 2.57 dólares: 106% más caro. El resultado de la suma total para reemplazar los modelos de producción y consumo existentes alcanza billones y billones de dólares. ¿De dónde va a salir ese dinero?

Tecnofeudalismo

Por supuesto, la solución al problemita de los Green Premiums no es la distribución de la riqueza, mucho menos los impuestos a las grandes fortunas. La solución es la innovación: en el relato de Gates la única manera de bajar los excesivos costos es promoviendo la invención de prototipos tecnológicos más eficientes, más baratos, más accesibles. Los gobiernos, añade, deben intervenir con políticas que promuevan la innovación y tomar la batuta cuando la iniciativa privada, tímida de los Green Premiums, se niegue a incursionar en un proyecto. Una vez que los gobiernos desarrollen esas soluciones tecnológicas los privados deben continuar el camino, tal y como pasó con Internet, las medicinas y el GPS. Esta estrategia neoliberal fue usada por la fundación de Bill y Melinda Gates cuando cabildeó para que los derechos de la vacuna contra el covid-19 de Oxford, desarrollada con fondos públicos, fueran vendidos a AztraZeneca y no liberados para la producción de todos los gobiernos, como tenía planeado Oxford.

Todo resulta muy contradictorio. Según reveló la periodista Emily Atkins, Microsoft, la compañía icónica de Gates, financió las campañas electorales de un gran número de legisladores negacionistas de la ciencia climática durante el ciclo electoral de 2020, incluidos varios senadores republicanos que votaron contra una enmienda a la constitución de 2015 que establece que el cambio climático es real y causado por humanos. De acuerdo con un reporte de Great Plains Action Society, Gates es además el mayor propietario de tierras agrícolas de los Estados Unidos: 242 mil acres, un área de tierra más grande que Singapur o Barbados. Al ser inversor en cada uno de los rubros que necesitan ser reemplazados y, paralelamente, en las tecnologías avanzadas que están en desarrollo, ¿hasta qué punto su interés económico se superpone a su preocupación filantrópica? Un ejemplo de este problema: SpaceX, compañía satelital y de transportación espacial de Elon Musk, con la buena intención de proveer Internet en zonas rurales de Estados Unidos, recibió enormes subsidios del gobierno, lo que le permitió lanzar decenas de satélites y así sumar más del 27% –mil de 3 mil 500– de los satélites activos que orbitan la Tierra. En otras palabras, nos acercamos a una especie de tecnofeudalismo.

Realismo capitalista

Algo que no se menciona en Cómo evitar un desastre climático es el impacto ambiental de esta revolución tecnológica: ¿de dónde se van a extraer los recursos materiales para construir todo un nuevo sistema de producción de carbono neutral? Si reemplazamos los dos mil millones de automóviles de combustión interna que circulan en el mundo actualmente con automóviles eléctricos, la extracción de elementos raros como como disprosio o neodimio –que ya ha creado paisajes apocalípticos en Mongolia y otras regiones donde se minan– aumentará 70%, la extracción de cobre se duplicará y la de cobalto de cuadruplicará de aquí a 2050. La economía, lejos de desmaterializarse, dependerá aún más del extractivismo y, de hecho, así ha sucedido: el consumo global de recursos ha incluso superado el PIB global; o sea, extraemos y consumimos cada vez más recursos sin que esto implique, por un lado, una mejora en el medioambiente ni, por otro, una mejor distribución de la riqueza.

Si bien Gates comienza con un buen argumento sobre la actualidad, su visión futurista se decanta por un presente muy mediocre, al ser incapaz de imaginar un futuro distinto del que sufrimos hoy día. Más que un ejercicio de especulación esperanzadora, la narración de Gates podría encajar en lo que Mark Fisher llama “realismo capitalista”, “la sensación generalizada de que el capitalismo no solo es el único sistema político y económico viable, sino también de que ahora es imposible siquiera imaginar una alternativa coherente diferente a él”. En suma, la gran paradoja del libro es que, al centrarse en meras soluciones tecnológicas, termina ignorando las cuestiones políticas y sociales, que como he advertido son la causa final de la crisis climática.

No es menos sintomático que Bill Gates, en su capítulo sobre cómo ayudar a los más pobres del planeta, quienes sufren y sufrirán las peores catástrofes climáticas, sólo diga que lo que precisan es “ayuda para adaptarse”; no menciona una sola vez un concepto tan básico como justicia ambiental. Así, antes de reconocer su papel protagónico en la tragedia, lo que propone es, literalmente, un deus ex machina. El escritor de ciencia ficción K.S. Robinson, en su novela The Minister for the Future, llama a esta actitud de los multimillonarios “el síndrome de Gotterdämmerung”, tomado de la ópera homónima de Wagner donde se cuenta cómo los antiguos dioses nórdicos destruyen el mundo en la medida que mueren, suplantados por el cristianismo. De la misma manera, ante el cuestionamiento de sus privilegios, los multimillonarios tecnócratas responden con una ataque de ira narcisista. En lugar de reconocer su falta, prefieren ver el mundo arder. Après moi, le déluge!

Francisco Serratos es escritor y académico. Festina está por publicar su libro El Capitaloceno: una historia radical de la crisis climática.

La entrada El realismo capitalista de Bill Gates se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3kcr3XD
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

viernes, 19 de febrero de 2021

Nueva edición del FICUNAM, en línea

El Festival Internacional de Cine UNAM, FICUNAM, alcanzará su undécima edición a través de plataformas digitales. El encuentro fílmico, que se realizará entre el 18 y el 28 de marzo, exhibirá lo más relevante del cine independiente y de avanzada a través de las plataformas Cinépolis Klic y MUBI, así como en el micrositio Cine en Línea, de la Filmoteca de la UNAM.

“Aunque en FICUNAM estamos plenamente convencidos de que un festival se construye a partir de la experiencia que se produce en las salas de cine, entendemos que son tiempos que requieren de nuestra total responsabilidad para salvaguardar la salud de todas y todos”, se informó en un comunicado.

Una oferta fílmica retadora 

El FICUNAM dio a conocer la selección de Ahora México, competencia conformada por los estrenos de ¿Qué harás cuando Dios muera?, de Hugo Villaseñor Alcázar; Los plebes, de Emmanuel Massú y Eduardo Giralt Brun; Los fundadores, de Diego Hernández; El compromiso de las sombras, de Sandra Luz López Barroso, y el estreno latinoamericano de Estanislao, de Alejandro Guzmán Alvarez. A la lista la complementan filmes que han tenido participación en otros festivales, como Cosas que no hacemos, de Bruno Santamaría Razo; 499, de Rodrigo Reyes; La mami, de Laura Herrero Garvín; Blanco de verano, de Rodrigo Ruiz Patterson; y Ricochet, de Rodrigo Fiallega, así como Ciudad de Carlos F. Rossini en colaboración con Maya Goded, Julio Hernández Cordón y Nuria Ibáñez.

La Competencia internacional contará con filmes de Yoon Dan-bi, Carolina Moscoso Briceño, Ephraim Asili, Arya Rothe, Cristina Hanes, Isabella Rinaldi, Salomé Jashi, Pascal Tagnati, Nino Martínez Sosa, Tin Dirdamal, Eva Cadena, Dash Shaw, Jacqueline Lentzou, Ainhoa Rodríguez y Vinothraj P.S. Por su parte, las realidades iberoamericanas serán retratadas en la competencia Aciertos: Encuentro Internacional de Escuelas de Cine, integrada por 10 cortometrajes de España, Chile, México, Argentina, Cuba y Brasil, con el reflector sobre el trabajo de una nueva generación de cineastas en formación.

Dos retrospectivas

A la programación de este año se suma Marcelo Expósito: La imaginación radical, colaboración del FICUNAM con el MUAC, la Cátedra Bergman, el Centro Cultural de España, La Virreina Centro de la Imagen y el Instituto Ramon Llull. Ésta exhibirá la obra del artista y activista político español, que ha explorado por más de tres décadas las posibilidades del medio, como en la cinta El año en que el futuro acabó (comenzó), de 2007.

Además se programará la retrospectiva Tsai Ming-liang: Cuerpos entregados, en la cual se celebrará al cineasta taiwanés a través de la proyección de filmes centrales en su trayectoria. Por otro lado se presentará una publicación monográfica en colaboración con la ENAC, que cubre varios aspectos de su obra desde la perspectiva de Juan Mora, Andréa Picard, Chris Fujiwara, Jennifer Barker, Jean-Pierre Rehm y Aliza Ma.

Cabe mencionar que toda la programación del FICUNAM 11, que cuenta con Abril Alzaga Magaña como la directora ejecutiva y Michel Lipkes Leduc como director artístico, será totalmente gratuita y podrá verse sólo en territorio mexicano. Para mayor información se puede consultar la página oficial y sus redes sociales, donde se publicarán más detalles de la próxima edición.

La entrada Nueva edición del FICUNAM, en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3dCJeUW
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Nueva edición del FICUNAM, en línea

El Festival Internacional de Cine UNAM, FICUNAM, alcanzará su undécima edición a través de plataformas digitales. El encuentro fílmico, que se realizará entre el 18 y el 28 de marzo, exhibirá lo más relevante del cine independiente y de avanzada a través de las plataformas Cinépolis Klic y MUBI, así como en el micrositio Cine en Línea, de la Filmoteca de la UNAM.

“Aunque en FICUNAM estamos plenamente convencidos de que un festival se construye a partir de la experiencia que se produce en las salas de cine, entendemos que son tiempos que requieren de nuestra total responsabilidad para salvaguardar la salud de todas y todos”, se informó en un comunicado.

Una oferta fílmica retadora 

El FICUNAM dio a conocer la selección de Ahora México, competencia conformada por los estrenos de ¿Qué harás cuando Dios muera?, de Hugo Villaseñor Alcázar; Los plebes, de Emmanuel Massú y Eduardo Giralt Brun; Los fundadores, de Diego Hernández; El compromiso de las sombras, de Sandra Luz López Barroso, y el estreno latinoamericano de Estanislao, de Alejandro Guzmán Alvarez. A la lista la complementan filmes que han tenido participación en otros festivales, como Cosas que no hacemos, de Bruno Santamaría Razo; 499, de Rodrigo Reyes; La mami, de Laura Herrero Garvín; Blanco de verano, de Rodrigo Ruiz Patterson; y Ricochet, de Rodrigo Fiallega, así como Ciudad de Carlos F. Rossini en colaboración con Maya Goded, Julio Hernández Cordón y Nuria Ibáñez.

La Competencia internacional contará con filmes de Yoon Dan-bi, Carolina Moscoso Briceño, Ephraim Asili, Arya Rothe, Cristina Hanes, Isabella Rinaldi, Salomé Jashi, Pascal Tagnati, Nino Martínez Sosa, Tin Dirdamal, Eva Cadena, Dash Shaw, Jacqueline Lentzou, Ainhoa Rodríguez y Vinothraj P.S. Por su parte, las realidades iberoamericanas serán retratadas en la competencia Aciertos: Encuentro Internacional de Escuelas de Cine, integrada por 10 cortometrajes de España, Chile, México, Argentina, Cuba y Brasil, con el reflector sobre el trabajo de una nueva generación de cineastas en formación.

Dos retrospectivas

A la programación de este año se suma Marcelo Expósito: La imaginación radical, colaboración del FICUNAM con el MUAC, la Cátedra Bergman, el Centro Cultural de España, La Virreina Centro de la Imagen y el Instituto Ramon Llull. Ésta exhibirá la obra del artista y activista político español, que ha explorado por más de tres décadas las posibilidades del medio, como en la cinta El año en que el futuro acabó (comenzó), de 2007.

Además se programará la retrospectiva Tsai Ming-liang: Cuerpos entregados, en la cual se celebrará al cineasta taiwanés a través de la proyección de filmes centrales en su trayectoria. Por otro lado se presentará una publicación monográfica en colaboración con la ENAC, que cubre varios aspectos de su obra desde la perspectiva de Juan Mora, Andréa Picard, Chris Fujiwara, Jennifer Barker, Jean-Pierre Rehm y Aliza Ma.

Cabe mencionar que toda la programación del FICUNAM 11, que cuenta con Abril Alzaga Magaña como la directora ejecutiva y Michel Lipkes Leduc como director artístico, será totalmente gratuita y podrá verse sólo en territorio mexicano. Para mayor información se puede consultar la página oficial y sus redes sociales, donde se publicarán más detalles de la próxima edición.

La entrada Nueva edición del FICUNAM, en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3dCJeUW
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

martes, 16 de febrero de 2021

Tres novedades de Arquine

Tres nuevos títulos reparan en los intereses pasados y actuales de la arquitectura desde novedosas perspectivas. L.R.E.V.M.C. Coordenadas para el nuevo milenio, una reescritura de los textos de Italo Calvino; Nuevo primitivismo, una monografía del despacho Ábalos+Sentkiewicz, y Guía de arquitectura Ciudad de México, con emblemáticas obras capitalinas, son las propuestas editoriales de Arquine para este trimestre.

Jaume Prat

L.R.E.V.M.C. Coordenadas para el nuevo milenio

Si las conferencias de Italo Calvino giraban en torno a lo que puede enseñar la literatura a la disciplina arquitectónica, la propuesta de Jaume Prat es la de esbozar algunas ideas sobre lo que puede enseñar la arquitectura a la literatura o al cine. Para ello realiza una reescritura de las Seis propuestas para el próximo milenio de Calvino y configura una respuesta frente al nuevo lenguaje de la arquitectura. Además de una crítica a obras relevantes de la arquitectura moderna y contemporánea, el autor barcelonés establece relaciones insospechadas entre la labor del arquitecto y la obra de David Foster Wallace o Michelangelo Antonioni.

Iñaki Ábalos, Renata Sentkiewicz y José de Andrés Moncayo

Nuevo primitivismo

Esta entrega se estructura a partir de la prolífica actividad de Ábalos+Sentkiewicz durante los últimos doce años. Los autores buscan definir la práctica activa del nuevo primitivismo mediante más de 30 proyectos de distintas escalas distribuidos en Europa, Asia y América. En palabras del estudio, la arquitectura debe responder no sólo a las ciudades sino también a su ecología: “No podemos olvidar que la modernidad es la única tradición que tenemos para confrontar las nuevas escalas, los nuevos programas, la nueva velocidad de construcción, el nuevo impacto infraestructural de la arquitectura y el planeamiento urbano en el territorio actualmente”.

Andrea Griborio, Alejandro Hernández Gálvez, Miquel Adrià y Juan José Kochen

Guía de arquitectura Ciudad de México

Esta tercera edición reúne más de 180 obras arquitectónicas, construidas desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Ubicadas en cinco zonas que facilitan el recorrido, cada una de las obras cuenta con los datos de su autor y año de construcción, así como información para llegar con transporte público. Los textos, fotografías y mapas elaborados especialmente para esta guía, a la cual se le agregaron 26 obras recientes, representan fragmentos que evidencian la historia de la metrópolis mexicana, mientras aportan una herramienta útil para el ciudadano y el turista, fortaleciendo la construcción de la cultura arquitectónica en el país.

 

La entrada Tres novedades de Arquine se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3dxh9Pd
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Tres novedades de Arquine

Tres nuevos títulos reparan en los intereses pasados y actuales de la arquitectura desde novedosas perspectivas. L.R.E.V.M.C. Coordenadas para el nuevo milenio, una reescritura de los textos de Italo Calvino; Nuevo primitivismo, una monografía del despacho Ábalos+Sentkiewicz, y Guía de arquitectura Ciudad de México, con emblemáticas obras capitalinas, son las propuestas editoriales de Arquine para este trimestre.

Jaume Prat

L.R.E.V.M.C. Coordenadas para el nuevo milenio

Si las conferencias de Italo Calvino giraban en torno a lo que puede enseñar la literatura a la disciplina arquitectónica, la propuesta de Jaume Prat es la de esbozar algunas ideas sobre lo que puede enseñar la arquitectura a la literatura o al cine. Para ello realiza una reescritura de las Seis propuestas para el próximo milenio de Calvino y configura una respuesta frente al nuevo lenguaje de la arquitectura. Además de una crítica a obras relevantes de la arquitectura moderna y contemporánea, el autor barcelonés establece relaciones insospechadas entre la labor del arquitecto y la obra de David Foster Wallace o Michelangelo Antonioni.

Iñaki Ábalos, Renata Sentkiewicz y José de Andrés Moncayo

Nuevo primitivismo

Esta entrega se estructura a partir de la prolífica actividad de Ábalos+Sentkiewicz durante los últimos doce años. Los autores buscan definir la práctica activa del nuevo primitivismo mediante más de 30 proyectos de distintas escalas distribuidos en Europa, Asia y América. En palabras del estudio, la arquitectura debe responder no sólo a las ciudades sino también a su ecología: “No podemos olvidar que la modernidad es la única tradición que tenemos para confrontar las nuevas escalas, los nuevos programas, la nueva velocidad de construcción, el nuevo impacto infraestructural de la arquitectura y el planeamiento urbano en el territorio actualmente”.

Andrea Griborio, Alejandro Hernández Gálvez, Miquel Adrià y Juan José Kochen

Guía de arquitectura Ciudad de México

Esta tercera edición reúne más de 180 obras arquitectónicas, construidas desde principios del siglo XX hasta la actualidad. Ubicadas en cinco zonas que facilitan el recorrido, cada una de las obras cuenta con los datos de su autor y año de construcción, así como información para llegar con transporte público. Los textos, fotografías y mapas elaborados especialmente para esta guía, a la cual se le agregaron 26 obras recientes, representan fragmentos que evidencian la historia de la metrópolis mexicana, mientras aportan una herramienta útil para el ciudadano y el turista, fortaleciendo la construcción de la cultura arquitectónica en el país.

 

La entrada Tres novedades de Arquine se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3dxh9Pd
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

lunes, 15 de febrero de 2021

Música UNAM presenta Trasfrontera

Trasfrontera es una iniciativa de Música UNAM que difunde proyectos musicales de distintas partes del mundo mediante presentaciones audiovisuales dirigidas a la audiencia en línea. El objetivo de la propuesta es transitar con fluidez entre distintos géneros, como el jazz, el rock y la música experimental, pero también la tradicional, para adentrarse en la escena local de la mano de un curador y distintos invitados, reunidos en icónicos estudios de grabación.

La iniciativa inició el pasado 28 de enero con tres ciclos, dos ediciones de Trasfrontera Nueva York y una de Trasfrontera Londres. La curaduría del primero estuvo a cargo de Marc Urselli, ganador de tres Grammys y reconocido ingeniero, productor y diseñador de audio de artistas internacionales, entre ellos U2, Foo Fighters, Nick Cave y Lou Reed. Éste se realizó en el EastSide Sound de Nueva York, y participaron Krakauer & Tagg, Sara Serpa y André Matos, Brian Marsella y Kris Davis, Toxic Tito, Jessica Pavone String Ensemble y Sofia Rei.

La segunda entrega, curada por John Medeski, compositor de la escena de vanguardia del jazz neoyorquino, y producida en el Woodstock Studio de Nueva York, se presentará del 11 de marzo al 22 de abril. Participarán Marc Ribot, Zeena Parkins, Jen Shyu, Yuka Honda y un ensamble especial con Medeski, Billy Martin, Charlie Burnham y Alison Miller.

Por su parte, el tercer ciclo, curado por Urselli y producido en los legendarios Abbey Road Studios de Londres, se presentará del 29 de abril al 20 de mayo. Éste incluye la participación de Melos Kalpa (ensamble liderado por Marta Salogni, compositora e ingeniera de audio de Björk y M.I.A.), Alicja Smietana & James Pearson (pianista colaborador de Paul McCartney), Sam Eastmond y Daniel O’Sullivan (colaborador de Nick Cave) y Dream Lion Ensemble.

El programa se transmite todos los jueves a las 20:00 horas a través del canal de YouTube y la página oficial de Facebook de Música UNAM. Más adelante se presentarán dos ciclos latinoamericanos, curados por el compositor argentino Martín Bauer –uno de los principales promotores de la música contemporánea– y el baterista colombiano Santiago Gardeazábal en los Estudios ION de Buenos Aires y los Estudios Audiovisión de Bogotá, respectivamente.

La entrada Música UNAM presenta Trasfrontera se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3rWrdVF
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Música UNAM presenta Trasfrontera

Trasfrontera es una iniciativa de Música UNAM que difunde proyectos musicales de distintas partes del mundo mediante presentaciones audiovisuales dirigidas a la audiencia en línea. El objetivo de la propuesta es transitar con fluidez entre distintos géneros, como el jazz, el rock y la música experimental, pero también la tradicional, para adentrarse en la escena local de la mano de un curador y distintos invitados, reunidos en icónicos estudios de grabación.

La iniciativa inició el pasado 28 de enero con tres ciclos, dos ediciones de Trasfrontera Nueva York y una de Trasfrontera Londres. La curaduría del primero estuvo a cargo de Marc Urselli, ganador de tres Grammys y reconocido ingeniero, productor y diseñador de audio de artistas internacionales, entre ellos U2, Foo Fighters, Nick Cave y Lou Reed. Éste se realizó en el EastSide Sound de Nueva York, y participaron Krakauer & Tagg, Sara Serpa y André Matos, Brian Marsella y Kris Davis, Toxic Tito, Jessica Pavone String Ensemble y Sofia Rei.

La segunda entrega, curada por John Medeski, compositor de la escena de vanguardia del jazz neoyorquino, y producida en el Woodstock Studio de Nueva York, se presentará del 11 de marzo al 22 de abril. Participarán Marc Ribot, Zeena Parkins, Jen Shyu, Yuka Honda y un ensamble especial con Medeski, Billy Martin, Charlie Burnham y Alison Miller.

Por su parte, el tercer ciclo, curado por Urselli y producido en los legendarios Abbey Road Studios de Londres, se presentará del 29 de abril al 20 de mayo. Éste incluye la participación de Melos Kalpa (ensamble liderado por Marta Salogni, compositora e ingeniera de audio de Björk y M.I.A.), Alicja Smietana & James Pearson (pianista colaborador de Paul McCartney), Sam Eastmond y Daniel O’Sullivan (colaborador de Nick Cave) y Dream Lion Ensemble.

El programa se transmite todos los jueves a las 20:00 horas a través del canal de YouTube y la página oficial de Facebook de Música UNAM. Más adelante se presentarán dos ciclos latinoamericanos, curados por el compositor argentino Martín Bauer –uno de los principales promotores de la música contemporánea– y el baterista colombiano Santiago Gardeazábal en los Estudios ION de Buenos Aires y los Estudios Audiovisión de Bogotá, respectivamente.

La entrada Música UNAM presenta Trasfrontera se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3rWrdVF
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

domingo, 14 de febrero de 2021

Play Date

Escribí, fotografié y actué (junto a mi ex pareja) una narrativa que desafía los estereotipos del amor. Se trata de una fotohistoria, una comedia romántica, que detalla el encuentro de dos personajes: Cecilia, una fotógrafa mexicana, y Robert, un diseñador originario de los Estados Unidos.

El propósito del trabajo es desafiar, desde un punto de vista feminista, la manera en la que el cine, la televisión y las redes sociales retratan las relaciones amorosas, donde los roles de género perpetúan la dominación de la mujer y la sumisión hacia el hombre, además de que normalizan vínculos afectivos poco satisfactorios.

Aunque la causa feminista sea hoy más popular que nunca, la presión ejercida sobre nosotras para satisfacer estos roles sigue siendo desproporcionada: estándares de belleza imposibles, responsabilidad en anticonceptivos y el mandato de contraer matrimonio y tener hijos. Todo esto provoca que muchas mujeres solteras asuman que no tener pareja es un fallo personal. El amor como un arma para perpetuar el patriarcado, no como lo que es: un compromiso real en el que dos personas encuentran su mejor ser.

 

estereotipos del amor

estereotipos del amor

estereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amor

 

estereotipos del amorestereotipos del amor

estereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amor

La entrada Play Date se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2NlFc8x
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Play Date

Escribí, fotografié y actué (junto a mi ex pareja) una narrativa que desafía los estereotipos del amor. Se trata de una fotohistoria, una comedia romántica, que detalla el encuentro de dos personajes: Cecilia, una fotógrafa mexicana, y Robert, un diseñador originario de los Estados Unidos.

El propósito del trabajo es desafiar, desde un punto de vista feminista, la manera en la que el cine, la televisión y las redes sociales retratan las relaciones amorosas, donde los roles de género perpetúan la dominación de la mujer y la sumisión hacia el hombre, además de que normalizan vínculos afectivos poco satisfactorios.

Aunque la causa feminista sea hoy más popular que nunca, la presión ejercida sobre nosotras para satisfacer estos roles sigue siendo desproporcionada: estándares de belleza imposibles, responsabilidad en anticonceptivos y el mandato de contraer matrimonio y tener hijos. Todo esto provoca que muchas mujeres solteras asuman que no tener pareja es un fallo personal. El amor como un arma para perpetuar el patriarcado, no como lo que es: un compromiso real en el que dos personas encuentran su mejor ser.

 

estereotipos del amor

estereotipos del amor

estereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amor

 

estereotipos del amorestereotipos del amor

estereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amorestereotipos del amor

La entrada Play Date se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2NlFc8x
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad