lunes, 29 de junio de 2020

Dos joyas modernas esperan su rescate

Algunas de las casas más emblemáticas de la modernidad están desapareciendo, sin marco legal que las ampare. Importantes proyectos residenciales de la segunda mitad del siglo XX, que ayudaron a redefinir la arquitectura de nuestro tiempo, aún no son reconocidos como patrimonio. Se encuentran en riesgo de ser demolidos, remodelados o abandonados a su suerte. 

Lanzada por la fundación internacional Iconic Houses, la iniciativa Icons at Risk tiene como objetivo proteger ejemplos significativos de arquitectura moderna residencial. Hasta la fecha la iniciativa ha identificado veintinueve edificios. Seis ya han sido demolidos y, de los diecisiete que estaban en peligro de desaparecer, seis ya fueron rescatados. Este esfuerzo pretende educar al público, pero también a los propietarios, sobre la relevancia patrimonial de las casas, para así tomar las medidas de protección necesarias en cada uno de los casos. 

En la página oficial se proporciona la historia de las viviendas, imágenes y videos, así como noticias recientes sobre el estado de las obras y libros de consulta. Si existe una campaña para preservar la propiedad descrita, el sitio facilita un enlace para que una petición o acción de crowdfunding pueda ser apoyada directamente. Además de las casas amenazadas, Iconic Houses muestra las que han sido demolidas –con la intención de evidenciar un daño irreparable– y las rescatadas gracias al apoyo de distintas fundaciones.

En América Latina hay dos casas en riesgo, y una de ellas se encuentra en México. Las dos, casualmente, fueron diseñadas para compositores.

 

Casa-estudio de Conlon Nancarrow, de Juan O’Gorman 

Se trata del primer ejercicio de arquitectura orgánica de Juan O’Gorman (1905-1982), que diseñó la mayor parte de la residencia del músico estadounidense Conlon Nancarrow, terminada en la Ciudad de México en 1940. “La casa-estudio Nancarrow muestra un diseño arquitectónico lineal, discreto, funcional y perfectamente integrado con el paisaje”, explica Adriana Sandoval, arquitecta y profesora mexicana, especialista en las obras del arquitecto.

Reconocido como uno de los nombres clave de la escena artística mexicana del siglo XX, O’Gorman revolucionó la arquitectura latinoamericana con la construcción de una de las primeras casas funcionalistas en 1929 –hoy restaurada e integrada al Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Entre sus trabajos más importantes, que aún pueden ser visitados, se encuentran las mencionadas viviendas de Kahlo y Rivera en San Ángel y la Biblioteca Central de la UNAM –declarada Patrimonio de la Humanidad en 2007–, donde realizó a gran escala lo que había ensayado antes en la casa que nos ocupa: el mural de piedras de colores.

Actualmente la familia de Nancarrow trata de encontrar un nuevo propietario, público o privado, dedicado a facilitar la preservación del edificio. Aunque se encuentra en un excelente estado de conservación y ha sido mínimamente modificado, la intención es que sea usado como centro de investigación y documentación o como foro para conciertos, exposiciones y conferencias. Así, se pretende evitar los errores del pasado, como la destrucción de la propia casa de O’Gorman en la avenida San Jerónimo.

Casa-Estudio de Conlon Nancarrow. Fotografía: Marco Velasco

Casa sobre el Arroyo, de Amancio Williams 

La Casa sobre el Arroyo, también conocida como Casa del Puente, es la única vivienda construida por Amancio Williams (1913-1989), singular representante del movimiento moderno argentino –como reconoció Le Corbusier, que le encomendó la obra de la Casa Curutchet en La Plata. El edificio, construido entre 1943 y 1945, fue residencia del compositor Alberto Williams, padre del arquitecto. Consiste una estructura estudiada mundialmente: un prisma posado sobre un puente, que sortea el Arroyo de las Chacras en Mar del Plata y une dos terrenos. 

Williams fue un investigador y teórico que estudió las posibilidades técnicas de la arquitectura, planteando soluciones tecnológicas de avanzada. En 1942 realizó, junto a su esposa Delfina Gálvez Bunge y Jorge Vivanco, el proyecto de Viviendas en el Espacio, que planteó un conjunto de departamentos en block para la ciudad de Buenos Aires. Otros de sus diseños fueron el anteproyecto del aeropuerto capitalino en 1945, los estudios de la bóveda cáscara (de cinco centímetros de espesor) en 1951 y 1952, la fábrica Igam de Córdoba en 1962, el pabellón de exposición de Palermo en 1966 y la embajada de Alemania en 1968. 

A pesar de ser declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1977 y de tratarse de una de las creaciones más notorias del período moderno, el interior de Casa sobre el Arroyo fue gravemente dañado debido a un incendio en 2004, que destruyó más de la mitad de la carpintería. Hoy la casa se encuentra en malas condiciones, en espera de ser restaurada.

La entrada Dos joyas modernas esperan su rescate se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3gbMfK5
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Dos joyas modernas esperan su rescate

Algunas de las casas más emblemáticas de la modernidad están desapareciendo, sin marco legal que las ampare. Importantes proyectos residenciales de la segunda mitad del siglo XX, que ayudaron a redefinir la arquitectura de nuestro tiempo, aún no son reconocidos como patrimonio. Se encuentran en riesgo de ser demolidos, remodelados o abandonados a su suerte. 

Lanzada por la fundación internacional Iconic Houses, la iniciativa Icons at Risk tiene como objetivo proteger ejemplos significativos de arquitectura moderna residencial. Hasta la fecha la iniciativa ha identificado veintinueve edificios. Seis ya han sido demolidos y, de los diecisiete que estaban en peligro de desaparecer, seis ya fueron rescatados. Este esfuerzo pretende educar al público, pero también a los propietarios, sobre la relevancia patrimonial de las casas, para así tomar las medidas de protección necesarias en cada uno de los casos. 

En la página oficial se proporciona la historia de las viviendas, imágenes y videos, así como noticias recientes sobre el estado de las obras y libros de consulta. Si existe una campaña para preservar la propiedad descrita, el sitio facilita un enlace para que una petición o acción de crowdfunding pueda ser apoyada directamente. Además de las casas amenazadas, Iconic Houses muestra las que han sido demolidas –con la intención de evidenciar un daño irreparable– y las rescatadas gracias al apoyo de distintas fundaciones.

En América Latina hay dos casas en riesgo, y una de ellas se encuentra en México. Las dos, casualmente, fueron diseñadas para compositores.

 

Casa-estudio de Conlon Nancarrow, de Juan O’Gorman 

Se trata del primer ejercicio de arquitectura orgánica de Juan O’Gorman (1905-1982), que diseñó la mayor parte de la residencia del músico estadounidense Conlon Nancarrow, terminada en la Ciudad de México en 1940. “La casa-estudio Nancarrow muestra un diseño arquitectónico lineal, discreto, funcional y perfectamente integrado con el paisaje”, explica Adriana Sandoval, arquitecta y profesora mexicana, especialista en las obras del arquitecto.

Reconocido como uno de los nombres clave de la escena artística mexicana del siglo XX, O’Gorman revolucionó la arquitectura latinoamericana con la construcción de una de las primeras casas funcionalistas en 1929 –hoy restaurada e integrada al Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. Entre sus trabajos más importantes, que aún pueden ser visitados, se encuentran las mencionadas viviendas de Kahlo y Rivera en San Ángel y la Biblioteca Central de la UNAM –declarada Patrimonio de la Humanidad en 2007–, donde realizó a gran escala lo que había ensayado antes en la casa que nos ocupa: el mural de piedras de colores.

Actualmente la familia de Nancarrow trata de encontrar un nuevo propietario, público o privado, dedicado a facilitar la preservación del edificio. Aunque se encuentra en un excelente estado de conservación y ha sido mínimamente modificado, la intención es que sea usado como centro de investigación y documentación o como foro para conciertos, exposiciones y conferencias. Así, se pretende evitar los errores del pasado, como la destrucción de la propia casa de O’Gorman en la avenida San Jerónimo.

Casa-Estudio de Conlon Nancarrow. Fotografía: Marco Velasco

Casa sobre el Arroyo, de Amancio Williams 

La Casa sobre el Arroyo, también conocida como Casa del Puente, es la única vivienda construida por Amancio Williams (1913-1989), singular representante del movimiento moderno argentino –como reconoció Le Corbusier, que le encomendó la obra de la Casa Curutchet en La Plata. El edificio, construido entre 1943 y 1945, fue residencia del compositor Alberto Williams, padre del arquitecto. Consiste una estructura estudiada mundialmente: un prisma posado sobre un puente, que sortea el Arroyo de las Chacras en Mar del Plata y une dos terrenos. 

Williams fue un investigador y teórico que estudió las posibilidades técnicas de la arquitectura, planteando soluciones tecnológicas de avanzada. En 1942 realizó, junto a su esposa Delfina Gálvez Bunge y Jorge Vivanco, el proyecto de Viviendas en el Espacio, que planteó un conjunto de departamentos en block para la ciudad de Buenos Aires. Otros de sus diseños fueron el anteproyecto del aeropuerto capitalino en 1945, los estudios de la bóveda cáscara (de cinco centímetros de espesor) en 1951 y 1952, la fábrica Igam de Córdoba en 1962, el pabellón de exposición de Palermo en 1966 y la embajada de Alemania en 1968. 

A pesar de ser declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1977 y de tratarse de una de las creaciones más notorias del período moderno, el interior de Casa sobre el Arroyo fue gravemente dañado debido a un incendio en 2004, que destruyó más de la mitad de la carpintería. Hoy la casa se encuentra en malas condiciones, en espera de ser restaurada.

La entrada Dos joyas modernas esperan su rescate se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3gbMfK5
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Música para los tiempos inciertos

Mientras las cosas se reorganizan a nuestro alrededor, los músicos populares siguen explorando vetas sonoras que podrían formar la banda sonora de los tiempos actuales. Estas novedades discográficas, procedentes de tradiciones muy diversas, ameritan la escucha atenta.

Bob Dylan, Rough and Rowdy Ways 

Luego de ocho años de su último trabajo con material nuevo (Tempest), el Nobel de Literatura regresa a sus raíces blueseras para hablar de la muerte en Rough and Rowdy Days. El título homenajea a Jimmie Rodgers, nombre clave de la música country. Con diez canciones de elaborada estructura narrativa, Dylan ha compuesto un testamento de la identidad estadounidense con referencias a Indiana Jones, John F. Kennedy o Walt Whitman, y ha sorprendido con una de las cimas de su discografía.

 

Run the Jewels, RTJ4

No es el trabajo más propositivo del dueto formado por Killer Mike y El-P, pero la agrupación sigue siendo una de las razones por las que el hip hop es una de las fuerzas creativas del presente. Sostenidas en una poderosa apuesta rítmica –el sello de la casa– las letras no pierden el acostumbrado filo político, al grado de que “Walking in the Snow” habla de Eric Garner como podría hablar de George Floyd: “I can’t breath”. Un disco urgente de músicos ya ineludibles.

 

Haim, Women in Music Pt. III

El trío de hermanas Haim, conocidas por sus homenajes a Fleetwood Mac, logran el equilibrio entre el pop eufórico y el rock clásico con Women in Music Pt. III. Con temas explícitamente personales, el álbum incursiona en composiciones más elaboradas que las de los dos discos anteriores, en lo lírico y lo musical. Precedido por los sencillos “Summer Girl”, “Now I’m in It” y “Hallelujah”, este trabajo debió lanzarse en abril, pero la pandemia lo pospuso un par de meses. 

 

Arca, KiCk i

Alejandra Ghersi, mejor conocida como Arca, ha colaborado con artistas como Kanye West, Björk, FKA Twigs o Frank Ocean. Después de tres álbumes aclamados, la cantante y productora venezolana de género no binario configura en KiCk i una celebración abierta y desenfrenada de su nueva vida. Se trata de un disco que expresa las ideas fundamentales de la artista, haciendo uso de su característica experimentación de la mano de invitados como SOPHIE o Rosalía.

 

Phoebe Bridgers, Punisher

El más reciente trabajo de Phoebe Bridgers, Punisher, ha cosechado críticas positivas alrededor del mundo, que elogian el alto nivel compositivo de sus melodías folk cargadas de ironía y sinceridad. Las temáticas abordadas mantienen una misma dirección: la angustia vital de su generación. Este disco cuenta con colaboraciones de Conor Oberst, de Bright Eyes; el grupo boygenius –del que Bridgers forma parte junto a Julien Baker y Lucy Dacus– y Nick Zinner, guitarrista de Yeah Yeah Yeahs.  

 

Jessie Ware, What’s Your Pleasure?

El cuarto álbum de estudio de Jessie Ware está conformado por doce canciones, incluyendo sencillos lanzados previamente como “Ooh La La”, “Adore You”, “Mirage (Don’t Stop)”, “Spotlight” y “Save A Kiss”. Producido por James Ford, del dúo electrónico Simian Mobile Disco, este trabajo ha sido anunciado como una “colección de temas de un sofisticado pop-funky que se basa en el amor por la cultura club de los 70, los 80 y los 90”. Y el sonido no desmiente esa descripción.

La entrada Música para los tiempos inciertos se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/38g1sHs
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Música para los tiempos inciertos

Mientras las cosas se reorganizan a nuestro alrededor, los músicos populares siguen explorando vetas sonoras que podrían formar la banda sonora de los tiempos actuales. Estas novedades discográficas, procedentes de tradiciones muy diversas, ameritan la escucha atenta.

Bob Dylan, Rough and Rowdy Ways 

Luego de ocho años de su último trabajo con material nuevo (Tempest), el Nobel de Literatura regresa a sus raíces blueseras para hablar de la muerte en Rough and Rowdy Days. El título homenajea a Jimmie Rodgers, nombre clave de la música country. Con diez canciones de elaborada estructura narrativa, Dylan ha compuesto un testamento de la identidad estadounidense con referencias a Indiana Jones, John F. Kennedy o Walt Whitman, y ha sorprendido con una de las cimas de su discografía.

 

Run the Jewels, RTJ4

No es el trabajo más propositivo del dueto formado por Killer Mike y El-P, pero la agrupación sigue siendo una de las razones por las que el hip hop es una de las fuerzas creativas del presente. Sostenidas en una poderosa apuesta rítmica –el sello de la casa– las letras no pierden el acostumbrado filo político, al grado de que “Walking in the Snow” habla de Eric Garner como podría hablar de George Floyd: “I can’t breath”. Un disco urgente de músicos ya ineludibles.

 

Haim, Women in Music Pt. III

El trío de hermanas Haim, conocidas por sus homenajes a Fleetwood Mac, logran el equilibrio entre el pop eufórico y el rock clásico con Women in Music Pt. III. Con temas explícitamente personales, el álbum incursiona en composiciones más elaboradas que las de los dos discos anteriores, en lo lírico y lo musical. Precedido por los sencillos “Summer Girl”, “Now I’m in It” y “Hallelujah”, este trabajo debió lanzarse en abril, pero la pandemia lo pospuso un par de meses. 

 

Arca, KiCk i

Alejandra Ghersi, mejor conocida como Arca, ha colaborado con artistas como Kanye West, Björk, FKA Twigs o Frank Ocean. Después de tres álbumes aclamados, la cantante y productora venezolana de género no binario configura en KiCk i una celebración abierta y desenfrenada de su nueva vida. Se trata de un disco que expresa las ideas fundamentales de la artista, haciendo uso de su característica experimentación de la mano de invitados como SOPHIE o Rosalía.

 

Phoebe Bridgers, Punisher

El más reciente trabajo de Phoebe Bridgers, Punisher, ha cosechado críticas positivas alrededor del mundo, que elogian el alto nivel compositivo de sus melodías folk cargadas de ironía y sinceridad. Las temáticas abordadas mantienen una misma dirección: la angustia vital de su generación. Este disco cuenta con colaboraciones de Conor Oberst, de Bright Eyes; el grupo boygenius –del que Bridgers forma parte junto a Julien Baker y Lucy Dacus– y Nick Zinner, guitarrista de Yeah Yeah Yeahs.  

 

Jessie Ware, What’s Your Pleasure?

El cuarto álbum de estudio de Jessie Ware está conformado por doce canciones, incluyendo sencillos lanzados previamente como “Ooh La La”, “Adore You”, “Mirage (Don’t Stop)”, “Spotlight” y “Save A Kiss”. Producido por James Ford, del dúo electrónico Simian Mobile Disco, este trabajo ha sido anunciado como una “colección de temas de un sofisticado pop-funky que se basa en el amor por la cultura club de los 70, los 80 y los 90”. Y el sonido no desmiente esa descripción.

La entrada Música para los tiempos inciertos se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/38g1sHs
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

viernes, 26 de junio de 2020

La Semana del Orgullo en Tonalá TV

Como parte del ciclo Pride Week, Cine Tonalá ofrecerá al público quince títulos en su plataforma de streaming. Lanzada en tiempos de pandemia, Tonalá TV surgió con el fin de que el espacio cultural se mantenga vigente durante la emergencia sanitaria.

Dentro del programa hay largometrajes que, en México, sólo se podrán ver en línea. Son los casos de Tom en el granero (2013) y No es más que el fin del mundo (2016), del cineasta canadiense Xavier Dolan, y Jesús (2016), del chileno Fernando Guzzoni. El ciclo incluye además películas de directores como Bani Khoshnoudi, Alain Guiraudie, Marie Losier, Mariana Rondón, Camila José Donoso, Peter Greenaway y Julio Hernández Cordón, entre otros. 

Juan Pablo Bastarrachea, director de programación de Cine Tonalá, explica: “Para nosotros resulta muy importante sumarnos al mes del orgullo con una programación que muestre la diversidad que existe dentro del cine contemporáneo con personajes LGBTTTI, porque pensamos que estas películas abren diálogos necesarios en nuestra sociedad”.

Adicionalmente, Tonalá TV ha transmitido en directo entrevistas con algunos cineastas y protagonistas de la Semana del Orgullo. Hoy, a las 19 horas a través de Facebook Live, Bastarrachea dialogará con Bani Khoshnoudi, directora de Luciérnagas (2018)

La entrada La Semana del Orgullo en Tonalá TV se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2VnyArj
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

La Semana del Orgullo en Tonalá TV

Como parte del ciclo Pride Week, Cine Tonalá ofrecerá al público quince títulos en su plataforma de streaming. Lanzada en tiempos de pandemia, Tonalá TV surgió con el fin de que el espacio cultural se mantenga vigente durante la emergencia sanitaria.

Dentro del programa hay largometrajes que, en México, sólo se podrán ver en línea. Son los casos de Tom en el granero (2013) y No es más que el fin del mundo (2016), del cineasta canadiense Xavier Dolan, y Jesús (2016), del chileno Fernando Guzzoni. El ciclo incluye además películas de directores como Bani Khoshnoudi, Alain Guiraudie, Marie Losier, Mariana Rondón, Camila José Donoso, Peter Greenaway y Julio Hernández Cordón, entre otros. 

Juan Pablo Bastarrachea, director de programación de Cine Tonalá, explica: “Para nosotros resulta muy importante sumarnos al mes del orgullo con una programación que muestre la diversidad que existe dentro del cine contemporáneo con personajes LGBTTTI, porque pensamos que estas películas abren diálogos necesarios en nuestra sociedad”.

Adicionalmente, Tonalá TV ha transmitido en directo entrevistas con algunos cineastas y protagonistas de la Semana del Orgullo. Hoy, a las 19 horas a través de Facebook Live, Bastarrachea dialogará con Bani Khoshnoudi, directora de Luciérnagas (2018)

La entrada La Semana del Orgullo en Tonalá TV se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2VnyArj
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

jueves, 25 de junio de 2020

Los museos después de la pandemia

Son considerables las instituciones que, en el campo de la cultura, tienen un manejo innovador de las plataformas de Internet. Están produciendo contenidos digitales con mayor regularidad que en otros tiempos. La pandemia global ha obligado a reforzar las visitas virtuales a algunos museos, con la difusión de acervos pieza por pieza o la posibilidad de consultar con mayor detalle información, significados o contextos de algunas obras. 

Hace unos días el Getty Center publicó una entrevista a un diseñador sobre cómo se eligen los colores de los muros en las salas de exhibición. En ella se explicaron los criterios con los que acompañan a las obras y se las contrasta con los espacios o la iluminación. El tema no es menor: pareciera que, ante la imposibilidad de visitar los museos, nos viéramos abocados a diseccionarlos y entenderlos por sus partes.

Dar espacio a una conversación de ese tipo es sugerente en el contexto actual, ya que la crisis del covid-19 no es sólo un problema de salud púbica sino el detonante de una contracción económica mundial. Se ha reportado que muchos de los museos más consolidados, a pesar de que cuentan con esquemas de financiamiento robustos, han tenido que buscar formas de subsanar el déficit de entradas de visitantes; en ese sentido, han puesto a la venta algunas de sus piezas emblemáticas.

Al detenerse el turismo mundial, las instituciones culturales han revisado las restricciones contractuales o normativas de sus acervos para dar paso a nuevas entradas de capital, no sólo para sostener el pago de nómina de sus empleados sino para adaptarse a las condiciones de reapertura, con medidas sanitarias y de manejo de personas que no habían implementado antes.

Un ejemplo de este panorama es el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que reportó la salida de un cuadro de Paul Gauguin para ser subastado con una valuación mayor a los 40 millones de euros. Si bien las negociaciones para retirarlo de la colección eran anteriores, la coyuntura financiera facilitó que Mata Mua, una de las últimas pinturas que Gauguin produjo en Tahití, se encuentre a la venta.

Resulta interesante pensar en las formas que permitirán a las instituciones culturales hacer frente a las dificultades financieras, no sólo por el confinamiento y la recesión económica sino también por los esquemas de propiedad estatal, que en ocasiones les impiden ser redituables o innovadoras.

Hace algunos años se pusieron de moda los convenios de colaboración entre marcas y museos, una operación de branding que producía beneficios mutuos. El Louvre, por ejemplo, se prestó a ser locación de pasarelas y videos de diversos artistas, y la imagen de obras icónicas terminó en bolsas de Louis Vuitton terriblemente logradas que, gracias a Jeff Koons, tuvieron más críticas que ventas.

En México las últimas exposiciones del MUNAL han sido un ejemplo perfecto de museografía, por el detalle con el que cada sala recibe las obras, con muros de colores en contraste. Impresiona la iluminación, los ángulos creados y la sensación de que uno está frente a algo nuevo, aunque no sea así. Siguiendo su ejemplo, puede pensarse en esquemas de colaboración de museos con empresas fabricantes de luminarias o pintura, con los que, además de obtener financiamiento adicional, se contribuye a crear una experiencia significativa en el visitante, pues impacta en su percepción del vínculo entre vida cotidiana y arte.

En el atractivo de las exposiciones y la buena curaduría podrían estar las respuestas a los tiempos que enfrentaremos una vez que reabran las instituciones culturales. En el futuro será necesario crear formas de colaboración con el mercado y conexiones más profundas con los visitantes.

La entrada Los museos después de la pandemia se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3evjgR0
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Los museos después de la pandemia

Son considerables las instituciones que, en el campo de la cultura, tienen un manejo innovador de las plataformas de Internet. Están produciendo contenidos digitales con mayor regularidad que en otros tiempos. La pandemia global ha obligado a reforzar las visitas virtuales a algunos museos, con la difusión de acervos pieza por pieza o la posibilidad de consultar con mayor detalle información, significados o contextos de algunas obras. 

Hace unos días el Getty Center publicó una entrevista a un diseñador sobre cómo se eligen los colores de los muros en las salas de exhibición. En ella se explicaron los criterios con los que acompañan a las obras y se las contrasta con los espacios o la iluminación. El tema no es menor: pareciera que, ante la imposibilidad de visitar los museos, nos viéramos abocados a diseccionarlos y entenderlos por sus partes.

Dar espacio a una conversación de ese tipo es sugerente en el contexto actual, ya que la crisis del covid-19 no es sólo un problema de salud púbica sino el detonante de una contracción económica mundial. Se ha reportado que muchos de los museos más consolidados, a pesar de que cuentan con esquemas de financiamiento robustos, han tenido que buscar formas de subsanar el déficit de entradas de visitantes; en ese sentido, han puesto a la venta algunas de sus piezas emblemáticas.

Al detenerse el turismo mundial, las instituciones culturales han revisado las restricciones contractuales o normativas de sus acervos para dar paso a nuevas entradas de capital, no sólo para sostener el pago de nómina de sus empleados sino para adaptarse a las condiciones de reapertura, con medidas sanitarias y de manejo de personas que no habían implementado antes.

Un ejemplo de este panorama es el museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, que reportó la salida de un cuadro de Paul Gauguin para ser subastado con una valuación mayor a los 40 millones de euros. Si bien las negociaciones para retirarlo de la colección eran anteriores, la coyuntura financiera facilitó que Mata Mua, una de las últimas pinturas que Gauguin produjo en Tahití, se encuentre a la venta.

Resulta interesante pensar en las formas que permitirán a las instituciones culturales hacer frente a las dificultades financieras, no sólo por el confinamiento y la recesión económica sino también por los esquemas de propiedad estatal, que en ocasiones les impiden ser redituables o innovadoras.

Hace algunos años se pusieron de moda los convenios de colaboración entre marcas y museos, una operación de branding que producía beneficios mutuos. El Louvre, por ejemplo, se prestó a ser locación de pasarelas y videos de diversos artistas, y la imagen de obras icónicas terminó en bolsas de Louis Vuitton terriblemente logradas que, gracias a Jeff Koons, tuvieron más críticas que ventas.

En México las últimas exposiciones del MUNAL han sido un ejemplo perfecto de museografía, por el detalle con el que cada sala recibe las obras, con muros de colores en contraste. Impresiona la iluminación, los ángulos creados y la sensación de que uno está frente a algo nuevo, aunque no sea así. Siguiendo su ejemplo, puede pensarse en esquemas de colaboración de museos con empresas fabricantes de luminarias o pintura, con los que, además de obtener financiamiento adicional, se contribuye a crear una experiencia significativa en el visitante, pues impacta en su percepción del vínculo entre vida cotidiana y arte.

En el atractivo de las exposiciones y la buena curaduría podrían estar las respuestas a los tiempos que enfrentaremos una vez que reabran las instituciones culturales. En el futuro será necesario crear formas de colaboración con el mercado y conexiones más profundas con los visitantes.

La entrada Los museos después de la pandemia se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3evjgR0
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Lo nuevo de Werner Herzog

MUBI, el servicio global de streaming con curaduría, ha anunciado que estrenará en México la más reciente película de ficción de Werner Herzog. Family Romance, LLC fue presentada el año pasado en el Festival de Cannes.

En colaboración con la distribuidora británica Modern Films y la agencia de ventas Film Constellation, la proyección especial estará disponible de forma gratuita durante 24 horas en más de 150 países. Herzog, que dirigió, escribió y fotografió el filme, participará en una sesión de preguntas y respuestas de 15 minutos luego del estreno virtual, el próximo 3 de julio. 

La cinta cuenta la historia de una compañía con sede en Tokio que alquila sustitutos para satisfacer las necesidades más urgentes de sus clientes: familiares para un evento social, amigos y admiradores ausentes e incluso alguien a quien culpar por un error en el trabajo. Así, seguimos a Yuichi Ishii, el CEO de Family Romance, LLC, mientras ayuda a personas a hacer realidad sus sueños. Cuando la madre de Mahiro, de 12 años, contrata a Ishii para hacerse pasar por su ex marido desaparecido, la frontera entre la realidad y la ficción parece desmoronarse. 

Rodado con un equipo pequeño y Herzog de camarógrafo, el relato combina la ficción con imágenes de ánimo documental. Es una reflexión sobre las fronteras entre la verdad y el artificio en la era de la soledad. “Es fascinante que, aunque todo es una mentira, una escenificación o una fabricación, las emociones siempre son ciertas. Esta compañía artificial ya está aquí, no es nada completamente nuevo y extraño”, explicó en una entrevista el director de Fitzcarraldo

Aquí más información sobre la función y la entrevista.

La entrada Lo nuevo de Werner Herzog se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3i1giGb
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Lo nuevo de Werner Herzog

MUBI, el servicio global de streaming con curaduría, ha anunciado que estrenará en México la más reciente película de ficción de Werner Herzog. Family Romance, LLC fue presentada el año pasado en el Festival de Cannes.

En colaboración con la distribuidora británica Modern Films y la agencia de ventas Film Constellation, la proyección especial estará disponible de forma gratuita durante 24 horas en más de 150 países. Herzog, que dirigió, escribió y fotografió el filme, participará en una sesión de preguntas y respuestas de 15 minutos luego del estreno virtual, el próximo 3 de julio. 

La cinta cuenta la historia de una compañía con sede en Tokio que alquila sustitutos para satisfacer las necesidades más urgentes de sus clientes: familiares para un evento social, amigos y admiradores ausentes e incluso alguien a quien culpar por un error en el trabajo. Así, seguimos a Yuichi Ishii, el CEO de Family Romance, LLC, mientras ayuda a personas a hacer realidad sus sueños. Cuando la madre de Mahiro, de 12 años, contrata a Ishii para hacerse pasar por su ex marido desaparecido, la frontera entre la realidad y la ficción parece desmoronarse. 

Rodado con un equipo pequeño y Herzog de camarógrafo, el relato combina la ficción con imágenes de ánimo documental. Es una reflexión sobre las fronteras entre la verdad y el artificio en la era de la soledad. “Es fascinante que, aunque todo es una mentira, una escenificación o una fabricación, las emociones siempre son ciertas. Esta compañía artificial ya está aquí, no es nada completamente nuevo y extraño”, explicó en una entrevista el director de Fitzcarraldo

Aquí más información sobre la función y la entrevista.

La entrada Lo nuevo de Werner Herzog se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3i1giGb
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

miércoles, 24 de junio de 2020

Beethoven: tres conciertos en línea

El 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven (16 de diciembre de 1770) había convocado una celebración a lo grande, que abarcaría todo el año. No obstante, debido a la pandemia global, numerosos eventos fueron pospuestos o cancelados, y las salas de conciertos se vieron forzadas a cerrar por un período indefinido. 

A pesar de lo anterior, los músicos han buscado transmitir sus interpretaciones en vivo, de forma gratuita en algunos casos, para traer consuelo en tiempos difíciles. Aquí enlistamos tres conciertos disponibles en línea para festejar al gran compositor alemán.  

Sinfonía no. 9 – Orquesta de la Suiza Francófona 

La Sinfonía no. 9 en re menor, op. 125 es un hito en la historia de la música. Surgió de un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres en 1817, pero pasaron más de siete años hasta que Beethoven la introdujo al mundo en el Kärntnertortheater de Viena. Ésta fue la primera aparición del músico luego de diez años de ausencia, y se considera su última presentación pública.  

La Orquesta de la Suiza Francófona, bajo la dirección de Jonathan Nott, interpreta una versión única de la sinfonía en un Victoria Hall de Ginebra completamente vacío. Estará disponible hasta el 27 de julio. 

Sinfonías no. 5 y no. 6 – Orquesta de Filadelfia

El escritor E.T.A. Hoffmann describió la Sinfonía no. 5 en do menor, op. 67 como “una de las obras más importantes de todos los tiempos”. Y no le faltó razón, pues su distintivo motivo se ha convertido en un icono de la cultura popular, con incontables apariciones televisivas y cinematográficas. Por otra parte, la Sinfonía no. 6 en fa mayor, op. 68 es una de las pocas obras de música programática del compositor, que la subtituló Recuerdos de la vida campestre.

El pasado 12 de marzo, la Orquesta de Filadelfia organizó una interpretación de ambas sinfonías en el Verizon Hall, que fue transmitida en vivo a través del canal de YouTube de la orquesta sinfónica. Este esfuerzo forma parte de BeethovenNOW: cuatro abordajes contemporáneos de las sinfonías de Beethoven en su 250 aniversario.

 

Sinfonía no. 7 – Orquesta Sinfónica de Melbourne

Adornada con movimientos extremos, la Sinfonía no. 7 en la mayor, op. 92 fue denominada la “apoteosis de la danza” por Richard Wagner, debido a su marcada estructura rítmica. Fue estrenada el 8 de diciembre de 1813 en la Universitätsaal de Viena, como parte de un concierto benéfico destinado a los soldados austriacos heridos en la batalla napoleónica de Hanau el 30 de octubre del mismo año. 

Recientemente la Orquesta Sinfónica de Melbourne dedicó un concierto a esta sinfonía bajo la batuta de Benjamin Northey. El programa digital fue presentado con transmisiones en vivo, donde se reiteran la prohibición de eventos públicos y la búsqueda de apoyo por parte del público. 

La entrada Beethoven: tres conciertos en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2BCl4Jo
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Beethoven: tres conciertos en línea

El 250 aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven (16 de diciembre de 1770) había convocado una celebración a lo grande, que abarcaría todo el año. No obstante, debido a la pandemia global, numerosos eventos fueron pospuestos o cancelados, y las salas de conciertos se vieron forzadas a cerrar por un período indefinido. 

A pesar de lo anterior, los músicos han buscado transmitir sus interpretaciones en vivo, de forma gratuita en algunos casos, para traer consuelo en tiempos difíciles. Aquí enlistamos tres conciertos disponibles en línea para festejar al gran compositor alemán.  

Sinfonía no. 9 – Orquesta de la Suiza Francófona 

La Sinfonía no. 9 en re menor, op. 125 es un hito en la historia de la música. Surgió de un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres en 1817, pero pasaron más de siete años hasta que Beethoven la introdujo al mundo en el Kärntnertortheater de Viena. Ésta fue la primera aparición del músico luego de diez años de ausencia, y se considera su última presentación pública.  

La Orquesta de la Suiza Francófona, bajo la dirección de Jonathan Nott, interpreta una versión única de la sinfonía en un Victoria Hall de Ginebra completamente vacío. Estará disponible hasta el 27 de julio. 

Sinfonías no. 5 y no. 6 – Orquesta de Filadelfia

El escritor E.T.A. Hoffmann describió la Sinfonía no. 5 en do menor, op. 67 como “una de las obras más importantes de todos los tiempos”. Y no le faltó razón, pues su distintivo motivo se ha convertido en un icono de la cultura popular, con incontables apariciones televisivas y cinematográficas. Por otra parte, la Sinfonía no. 6 en fa mayor, op. 68 es una de las pocas obras de música programática del compositor, que la subtituló Recuerdos de la vida campestre.

El pasado 12 de marzo, la Orquesta de Filadelfia organizó una interpretación de ambas sinfonías en el Verizon Hall, que fue transmitida en vivo a través del canal de YouTube de la orquesta sinfónica. Este esfuerzo forma parte de BeethovenNOW: cuatro abordajes contemporáneos de las sinfonías de Beethoven en su 250 aniversario.

 

Sinfonía no. 7 – Orquesta Sinfónica de Melbourne

Adornada con movimientos extremos, la Sinfonía no. 7 en la mayor, op. 92 fue denominada la “apoteosis de la danza” por Richard Wagner, debido a su marcada estructura rítmica. Fue estrenada el 8 de diciembre de 1813 en la Universitätsaal de Viena, como parte de un concierto benéfico destinado a los soldados austriacos heridos en la batalla napoleónica de Hanau el 30 de octubre del mismo año. 

Recientemente la Orquesta Sinfónica de Melbourne dedicó un concierto a esta sinfonía bajo la batuta de Benjamin Northey. El programa digital fue presentado con transmisiones en vivo, donde se reiteran la prohibición de eventos públicos y la búsqueda de apoyo por parte del público. 

La entrada Beethoven: tres conciertos en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2BCl4Jo
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

lunes, 22 de junio de 2020

El teatro desde el confinamiento

Las artes escénicas enfrentan un proceso desafiante y complejo durante la contingencia sanitaria. En espera de la “nueva normalidad”, compañías y artistas han encontrado refugio en las plataformas digitales tras el cierre de los foros. Aunque se debaten los aspectos en los que la virtualidad desnaturaliza el hecho teatral, ha sido la forma en la que los creadores se mantienen en contacto con sus públicos. 

Una oportunidad

Para Itari Marta, actriz, productora y directora del Foro Shakespeare, se trata de un momento crucial para el replanteamiento de la disciplina. “Los artistas escénicos deben incorporar lo digital como parte de su sistema de producción, ya que el teatro está mutando, y no porque exista la virtualidad las artes vivas van a desaparecer de un día para otro”.

“Históricamente el teatro ha hecho la crónica y el reflejo del presente. Es inevitable pensar que a ese monstruo le van a salir más orejas, más ojos, más brazos. Está haciéndose cuestionamientos sobre su función en la sociedad ahora más que nunca. No queremos sustituir al teatro ni tampoco hacer televisión, pero debemos de tratar este nuevo lenguaje con profesionalismo y dignidad, puesto que no es algo pasajero y así hay que entenderlo. Esta oportunidad alimenta, fortalece y enriquece al teatro”, añade la fundadora de la Compañía de Teatro Penitenciario, que el año pasado fue galardonada en los Premios Ciudad por su contribución social y artística a la capital del país. 

“Estamos en una situación de miedo, riesgo e incertidumbre”, admite Marta. “Espero que esta situación tan compleja nos obligue a cambiar nuestro modelo teatral, incluso la manera en la que nos relacionamos unos con otros. El egoísmo y el individualismo no son sustentables, es momento de imaginar y crear pero sin darnos de machetazos entre los teatreros. Tenemos que ser más fuertes, la economía teatral está en crisis y urge el apoyo del Gobierno, pero si nos unimos saldremos adelante. El futuro del teatro está en la colaboración”. 

¿Teatro por Zoom?

El director y actor Fernando Bonilla montó recientemente A ocho columnas, de Salvador Novo, una certera crítica al carácter manipulador de los medios de comunicación, que no ha perdido vigencia. Con la idea de que el teatro y la vida son conceptos sin fronteras, afirma que es una contradicción llamarle teatro a algo que no requiere del convivio presencial. “No se puede forzar la teatralidad a una plataforma que no le hace justicia. El teatro no necesita reinventarse ni redescubrirse, más bien tendría que caminar hacia sus orígenes”. 

“El teatro es una experiencia colectiva en un mismo espacio, donde se ofrecen obras irrepetibles y efímeras. Si no es así no es teatro. No pretendo descalificar ninguna actividad virtual, pienso que pueden llegar a ser complejas, atractivas y profundas. Las posibilidades son infinitas, es verdad, pero no transmiten las emociones de la manera en la que lo hace una pieza teatral. Sí, es otro lenguaje; sin embargo, bajo ninguna circunstancia debe pretender emularlo o sustituirlo: nunca lo logrará”. 

La compañía Shakespeare & Cía presentó hace poco la primera temporada de Edificio San Miguel en pandemia. Bonilla, que participa en el proyecto, mantiene su postura en defensa del teatro tradicional, aunque reconoce que la idea es poderosa, pues se trata de una experiencia realizada únicamente para Zoom, donde los inquilinos del edificio se quejan de los días de confinamiento. “El resultado es una burla a las deficiencias técnicas de la misma plataforma. Formas inteligentes de innovar, que además nos conectan con audiencias ávidas de teatro que están alejadas geográficamente”. 

La escena remota

Jerónimo Best, productor de La obra que sale mal, es directo: “El teatro bajó su telón por la salud de todos y no sabemos cuándo volverá”. Además, explica que la situación es muy delicada, pues representa un freno económico para los integrantes de las producciones. “Tenemos que seguir con el espíritu de la compañía”, asegura el miembro de Próspero Teatro. “Buscaremos nuevas formas de financiarnos para pagar honorarios a los técnicos y actores, lo cual es un reto complicado, puesto que la única fuente de ingresos hasta ese momento venía de los teatros”. 

“El teatro traducido a las plataformas digitales tiene un mayor alcance. Surgirán nuevos hábitos para concretar las actividades teatrales de manera remota, llegando a públicos de cualquier parte del mundo, pero como consecuencia, al tener una pantalla de por medio, la energía de los espectadores será más difícil de controlar, por lo que la gente extrañará el teatro y querrá volver a sentarse en las butacas de las salas”, agrega Best. 

Nuevos métodos

Marta, Bonilla y Best coinciden en que el teatro nacional cuenta con una oferta muy amplia, pero señalan las continuas trabas administrativas del sector cultural y uno de los principales problemas: la endogamia de públicos y la poca diversificación de contenidos. Esto no quiere decir que los artistas no estén pensando creativamente: algunos están planteando la intersección de distintos medios de forma exitosa. El actor y director Humberto Busto, por ejemplo, realizó un ensayo audiovisual sobre el impasse en el que se encuentran las artes escénicas, específicamente el teatro, durante la pandemia. Aunque involucran a un número limitado de personas, estos ejercicios resultan significativos en una comunidad que ha sido puesta en pausa de manera indefinida. 

“El teatro contemporáneo ya no se trata solamente de elementos físicos en escena. Hay directores como Rafael Spregelburd y Katie Mitchell o el colectivo Lagartijas Tiradas al Sol, que trabajan a partir de la imagen proyectada de experimentos, objetos y miniaturas”, explica Busto. “Es conmovedor saber que debemos encontrar nuevos métodos sin juzgarlos, lo cual abrirá puertas de expresión que hasta ahora estaban cerradas”.

La entrada El teatro desde el confinamiento se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2zYytLu
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

El teatro desde el confinamiento

Las artes escénicas enfrentan un proceso desafiante y complejo durante la contingencia sanitaria. En espera de la “nueva normalidad”, compañías y artistas han encontrado refugio en las plataformas digitales tras el cierre de los foros. Aunque se debaten los aspectos en los que la virtualidad desnaturaliza el hecho teatral, ha sido la forma en la que los creadores se mantienen en contacto con sus públicos. 

Una oportunidad

Para Itari Marta, actriz, productora y directora del Foro Shakespeare, se trata de un momento crucial para el replanteamiento de la disciplina. “Los artistas escénicos deben incorporar lo digital como parte de su sistema de producción, ya que el teatro está mutando, y no porque exista la virtualidad las artes vivas van a desaparecer de un día para otro”.

“Históricamente el teatro ha hecho la crónica y el reflejo del presente. Es inevitable pensar que a ese monstruo le van a salir más orejas, más ojos, más brazos. Está haciéndose cuestionamientos sobre su función en la sociedad ahora más que nunca. No queremos sustituir al teatro ni tampoco hacer televisión, pero debemos de tratar este nuevo lenguaje con profesionalismo y dignidad, puesto que no es algo pasajero y así hay que entenderlo. Esta oportunidad alimenta, fortalece y enriquece al teatro”, añade la fundadora de la Compañía de Teatro Penitenciario, que el año pasado fue galardonada en los Premios Ciudad por su contribución social y artística a la capital del país. 

“Estamos en una situación de miedo, riesgo e incertidumbre”, admite Marta. “Espero que esta situación tan compleja nos obligue a cambiar nuestro modelo teatral, incluso la manera en la que nos relacionamos unos con otros. El egoísmo y el individualismo no son sustentables, es momento de imaginar y crear pero sin darnos de machetazos entre los teatreros. Tenemos que ser más fuertes, la economía teatral está en crisis y urge el apoyo del Gobierno, pero si nos unimos saldremos adelante. El futuro del teatro está en la colaboración”. 

¿Teatro por Zoom?

El director y actor Fernando Bonilla montó recientemente A ocho columnas, de Salvador Novo, una certera crítica al carácter manipulador de los medios de comunicación, que no ha perdido vigencia. Con la idea de que el teatro y la vida son conceptos sin fronteras, afirma que es una contradicción llamarle teatro a algo que no requiere del convivio presencial. “No se puede forzar la teatralidad a una plataforma que no le hace justicia. El teatro no necesita reinventarse ni redescubrirse, más bien tendría que caminar hacia sus orígenes”. 

“El teatro es una experiencia colectiva en un mismo espacio, donde se ofrecen obras irrepetibles y efímeras. Si no es así no es teatro. No pretendo descalificar ninguna actividad virtual, pienso que pueden llegar a ser complejas, atractivas y profundas. Las posibilidades son infinitas, es verdad, pero no transmiten las emociones de la manera en la que lo hace una pieza teatral. Sí, es otro lenguaje; sin embargo, bajo ninguna circunstancia debe pretender emularlo o sustituirlo: nunca lo logrará”. 

La compañía Shakespeare & Cía presentó hace poco la primera temporada de Edificio San Miguel en pandemia. Bonilla, que participa en el proyecto, mantiene su postura en defensa del teatro tradicional, aunque reconoce que la idea es poderosa, pues se trata de una experiencia realizada únicamente para Zoom, donde los inquilinos del edificio se quejan de los días de confinamiento. “El resultado es una burla a las deficiencias técnicas de la misma plataforma. Formas inteligentes de innovar, que además nos conectan con audiencias ávidas de teatro que están alejadas geográficamente”. 

La escena remota

Jerónimo Best, productor de La obra que sale mal, es directo: “El teatro bajó su telón por la salud de todos y no sabemos cuándo volverá”. Además, explica que la situación es muy delicada, pues representa un freno económico para los integrantes de las producciones. “Tenemos que seguir con el espíritu de la compañía”, asegura el miembro de Próspero Teatro. “Buscaremos nuevas formas de financiarnos para pagar honorarios a los técnicos y actores, lo cual es un reto complicado, puesto que la única fuente de ingresos hasta ese momento venía de los teatros”. 

“El teatro traducido a las plataformas digitales tiene un mayor alcance. Surgirán nuevos hábitos para concretar las actividades teatrales de manera remota, llegando a públicos de cualquier parte del mundo, pero como consecuencia, al tener una pantalla de por medio, la energía de los espectadores será más difícil de controlar, por lo que la gente extrañará el teatro y querrá volver a sentarse en las butacas de las salas”, agrega Best. 

Nuevos métodos

Marta, Bonilla y Best coinciden en que el teatro nacional cuenta con una oferta muy amplia, pero señalan las continuas trabas administrativas del sector cultural y uno de los principales problemas: la endogamia de públicos y la poca diversificación de contenidos. Esto no quiere decir que los artistas no estén pensando creativamente: algunos están planteando la intersección de distintos medios de forma exitosa. El actor y director Humberto Busto, por ejemplo, realizó un ensayo audiovisual sobre el impasse en el que se encuentran las artes escénicas, específicamente el teatro, durante la pandemia. Aunque involucran a un número limitado de personas, estos ejercicios resultan significativos en una comunidad que ha sido puesta en pausa de manera indefinida. 

“El teatro contemporáneo ya no se trata solamente de elementos físicos en escena. Hay directores como Rafael Spregelburd y Katie Mitchell o el colectivo Lagartijas Tiradas al Sol, que trabajan a partir de la imagen proyectada de experimentos, objetos y miniaturas”, explica Busto. “Es conmovedor saber que debemos encontrar nuevos métodos sin juzgarlos, lo cual abrirá puertas de expresión que hasta ahora estaban cerradas”.

La entrada El teatro desde el confinamiento se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2zYytLu
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

viernes, 19 de junio de 2020

‘La última función’, estreno en línea

El confinamiento ha afectado a todas las disciplinas artísticas, y los efectos son devastadores. La última función, disponible en línea por Teatro UNAM, es un ensayo audiovisual dirigido por Humberto Busto en el que colaboran profesionales de distintas disciplinas. Se trata de una reflexión sobre el impasse en el que se encuentran las artes escénicas, específicamente el teatro, durante la pandemia.

El proyecto surgió a partir de Die letzte Vorstellung, del dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig, que al iniciar la emergencia sanitaria publicó este manifiesto para ser leído en varios teatros vacíos del mundo. Semanas después Busto, que se encontraba confinado en Colombia con medidas estrictas (sin poder disponer de un teatro vacío), empezó a trabajar en la idea de la teatralidad de lo cotidiano para montar el texto de Schimmelpfennig en otras condiciones. “La idea fue detenernos en los cambios imperceptibles que se tienen en el espacio confinado, siendo metódicos para tratar de encontrar la yuxtaposición entre el texto y las imágenes; una representación del espíritu teatral, que nos indica su regreso, pero de manera gráfica”, explica a La Tempestad

“La forma de unir a los artistas fue muy orgánica, y partió de las disertaciones estéticas que surgieron en torno a la teatralidad de lo ínfimo”, asegura Busto. Pronto se unió el director y escenógrafo Juan José Tagle Briseño con la intención elaborar “pequeñas teatralidades” por medio del trabajo artesanal, utilizando herramientas caseras, materiales desechables y una serie de luces para construir escenografías en el espacio de confinamiento. Posteriormente el director se dedicó a buscar a un músico mexicano que pudiera transmitir sonoramente la idea central de la pieza y a la vez “transmutara su propio proceso emocional”: el elegido fue Alberto Vázquez Fortis.  

El texto es leído por el mismo Busto junto a la actriz cubana Adriana Jácome. En la lectura hay también una participación especial del maestro español, leyenda del teatro iberoamericano, José Sanchis Sinisterra. Por su parte, el diseñador colombiano Sebastián Romero se encargó del diseño de la movilidad en el taller de vestuario. 

Humberto Busto prepara actualmente su ópera prima como cineasta, No coja rabia, una producción colombiana dirigida y producida por él mismo que, de no ser por la contingencia sanitaria y el cierre temporal de recintos culturales, se habría estrenado a finales de este año.

La entrada ‘La última función’, estreno en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2zJVGAO
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

‘La última función’, estreno en línea

El confinamiento ha afectado a todas las disciplinas artísticas, y los efectos son devastadores. La última función, disponible en línea por Teatro UNAM, es un ensayo audiovisual dirigido por Humberto Busto en el que colaboran profesionales de distintas disciplinas. Se trata de una reflexión sobre el impasse en el que se encuentran las artes escénicas, específicamente el teatro, durante la pandemia.

El proyecto surgió a partir de Die letzte Vorstellung, del dramaturgo alemán Roland Schimmelpfennig, que al iniciar la emergencia sanitaria publicó este manifiesto para ser leído en varios teatros vacíos del mundo. Semanas después Busto, que se encontraba confinado en Colombia con medidas estrictas (sin poder disponer de un teatro vacío), empezó a trabajar en la idea de la teatralidad de lo cotidiano para montar el texto de Schimmelpfennig en otras condiciones. “La idea fue detenernos en los cambios imperceptibles que se tienen en el espacio confinado, siendo metódicos para tratar de encontrar la yuxtaposición entre el texto y las imágenes; una representación del espíritu teatral, que nos indica su regreso, pero de manera gráfica”, explica a La Tempestad

“La forma de unir a los artistas fue muy orgánica, y partió de las disertaciones estéticas que surgieron en torno a la teatralidad de lo ínfimo”, asegura Busto. Pronto se unió el director y escenógrafo Juan José Tagle Briseño con la intención elaborar “pequeñas teatralidades” por medio del trabajo artesanal, utilizando herramientas caseras, materiales desechables y una serie de luces para construir escenografías en el espacio de confinamiento. Posteriormente el director se dedicó a buscar a un músico mexicano que pudiera transmitir sonoramente la idea central de la pieza y a la vez “transmutara su propio proceso emocional”: el elegido fue Alberto Vázquez Fortis.  

El texto es leído por el mismo Busto junto a la actriz cubana Adriana Jácome. En la lectura hay también una participación especial del maestro español, leyenda del teatro iberoamericano, José Sanchis Sinisterra. Por su parte, el diseñador colombiano Sebastián Romero se encargó del diseño de la movilidad en el taller de vestuario. 

Humberto Busto prepara actualmente su ópera prima como cineasta, No coja rabia, una producción colombiana dirigida y producida por él mismo que, de no ser por la contingencia sanitaria y el cierre temporal de recintos culturales, se habría estrenado a finales de este año.

La entrada ‘La última función’, estreno en línea se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/2zJVGAO
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Líneas sobre Louis Malle

Compasión es una palabra que no se usa mucho. El cine de Louis Malle muestra infinita compasión por este mundo, el mundo que, por un primoroso accidente, nos tocó compartir. Creador todo terreno, Louis Malle no se repetía. Cada película suya es completamente diferente a la otra que verás, se renueva con bríos desparramados. Su cine carece de límites, es como una nube. No exagero, ni siquiera en sus obsesiones es repetitivo. En su cerebro francés habitaban una decena de directores de cine. Escribo estas exaltadas líneas aun con los ojos anegados de lágrimas después de ver Adiós, muchachos (1987).

Así como hay hogares en los que uno puede ubicar dónde se encuentra el núcleo del que nace todo el dolor de los que ahí viven, sostengo la idea de que todas las películas tienen un tramo que hace las veces de corazón vivo. En el caso de Adiós, muchachos indiscutiblemente se trata de la escena en la que los personajes están viendo una película de Chaplin. Vemos al alumnado completo del colegio, botado de la risa por las cabriolas de Charlot vagabundo: los gemelos, el gordito, los golpeadores, los adolescentes que ya fuman. Vemos al ayudante de cocina, que es tratado como un perro, botado de la risa. Vemos al padre levantar y bajar los brazos porque no puede creer lo graciosa que le resulta la cinta muda. Los maestros también ríen auspiciados por Charlot. Vemos a nuestros dos protagonistas lanzarse una mirada de inteligencia que lo dice todo. El disfrute frente a una película sella su amistad para siempre. El resto de la escena fluye con una naturalidad primorosa, y nos damos cuenta de que somos seres humanos viendo una película en la que otros seres humanos ven una película. En esto no hay mayor novedad.

La hermosa maestra de piano y el profesor de violín musicalizan en vivo la película para el mocerío. El hermano de nuestro héroe le cambia las páginas a la pianista, y en un arranque le besa la mejilla. Todo está permitido. Algún niño comenta alguna cosa. Un adulto opina sobre lo que mira. La mujer gorda del filme se parece a la maestra de Historia. La mujer que amará a Chaplin es muy bella en opinión de un niñito. No caben las sonrisas en los rostros. Es muy conmovedor todo esto. Afuera las bombas estallan y hay toque de queda y jabalíes salvajes y nazis buscan niños judíos en los colegios.

En la siguiente escena los niños duermen en sus camas.

Cuando vemos una película de Louis Malle, él nos está soñando.

La entrada Líneas sobre Louis Malle se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/30TtWFc
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

Líneas sobre Louis Malle

Compasión es una palabra que no se usa mucho. El cine de Louis Malle muestra infinita compasión por este mundo, el mundo que, por un primoroso accidente, nos tocó compartir. Creador todo terreno, Louis Malle no se repetía. Cada película suya es completamente diferente a la otra que verás, se renueva con bríos desparramados. Su cine carece de límites, es como una nube. No exagero, ni siquiera en sus obsesiones es repetitivo. En su cerebro francés habitaban una decena de directores de cine. Escribo estas exaltadas líneas aun con los ojos anegados de lágrimas después de ver Adiós, muchachos (1987).

Así como hay hogares en los que uno puede ubicar dónde se encuentra el núcleo del que nace todo el dolor de los que ahí viven, sostengo la idea de que todas las películas tienen un tramo que hace las veces de corazón vivo. En el caso de Adiós, muchachos indiscutiblemente se trata de la escena en la que los personajes están viendo una película de Chaplin. Vemos al alumnado completo del colegio, botado de la risa por las cabriolas de Charlot vagabundo: los gemelos, el gordito, los golpeadores, los adolescentes que ya fuman. Vemos al ayudante de cocina, que es tratado como un perro, botado de la risa. Vemos al padre levantar y bajar los brazos porque no puede creer lo graciosa que le resulta la cinta muda. Los maestros también ríen auspiciados por Charlot. Vemos a nuestros dos protagonistas lanzarse una mirada de inteligencia que lo dice todo. El disfrute frente a una película sella su amistad para siempre. El resto de la escena fluye con una naturalidad primorosa, y nos damos cuenta de que somos seres humanos viendo una película en la que otros seres humanos ven una película. En esto no hay mayor novedad.

La hermosa maestra de piano y el profesor de violín musicalizan en vivo la película para el mocerío. El hermano de nuestro héroe le cambia las páginas a la pianista, y en un arranque le besa la mejilla. Todo está permitido. Algún niño comenta alguna cosa. Un adulto opina sobre lo que mira. La mujer gorda del filme se parece a la maestra de Historia. La mujer que amará a Chaplin es muy bella en opinión de un niñito. No caben las sonrisas en los rostros. Es muy conmovedor todo esto. Afuera las bombas estallan y hay toque de queda y jabalíes salvajes y nazis buscan niños judíos en los colegios.

En la siguiente escena los niños duermen en sus camas.

Cuando vemos una película de Louis Malle, él nos está soñando.

La entrada Líneas sobre Louis Malle se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/30TtWFc
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

miércoles, 17 de junio de 2020

Jesús Gardea por Hugo Gola

El 5 de marzo del año 2003, en su departamento en Torres de Mixcoac, en la Ciudad de México, le pregunté al poeta argentino Hugo Gola cómo conoció al narrador Jesús Gardea. Habló de aquel encuentro que ocurrió en el año 1983, así como de las impresiones que le produjo la escritura del escritor chihuahuense, una de las más prolíficas y originales de la literatura mexicana.

Lo conocí de la forma más extraña. Una vez, hace veinte años, integramos un jurado para un concurso de cuento. Yo no lo conocía ni de nombre. Fuimos citados un día para conversar sobre los cuentos que teníamos que dictaminar. Llegamos a las cinco de la tarde; al cuarto o diez para las cinco yo ya estaba ahí. Había un señor que no conocía caminando sobre los pasillos. Empezamos a hablar. Dijo que era Jesús Gardea, parte del jurado. Por supuesto, él tampoco sabía quién era yo. Nunca nos habíamos oído nombrar. Comenzamos a hablar sobre los materiales. Yo dije que había leído los trabajos pero que nada me atraía. Él dijo: “A mí tampoco. A mí no me gusta nada todo”. Entonces le dije: “Si nosotros dos pensamos que los trabajos no tienen calidad, me parece que lo más conveniente es que declaremos desierto el concurso”. Él dijo: “Estoy completamente de acuerdo. Declaremos el concurso desierto”. Pero al rato dijo: “En este gobierno está mal visto declarar desierto un concurso porque dicen que el dinero hay que asignarlo”. Yo dije: “Pero bueno, no nos pueden obligar a que demos un premio si el material que nos presentaron no nos gusta”. “¿Por qué no redactamos”, dijo, “una cuestión donde decimos lo que pensamos del asunto?”. “Bueno, muy bien”, dije. Entonces nos pusimos a redactar un escrito donde considerábamos que ninguno de los presentados en el concurso reunía la calidad suficiente como para asignar un premio. Que sin embargo nosotros podíamos establecer cierto orden de prioridad si se quería asignar el dinero para no perderlo, y si se quería apoyar a un escritor de alguna manera, que se le asignara. Pero que no se dijera que eso era el resultado de un concurso: que se premiaba un material que para nosotros, miembros del jurado, no reunía la calidad suficiente como para recibir el premio. Y así quedó.

Me quedé con la preocupación de quién era ese señor Gardea. Al día siguiente fui a la librería y ahí estaba la novela La canción de las mulas muertas. Entonces me puse a leer… ¡y quedé deslumbrado! Lo llamé por teléfono –él estaba aquí todavía, había venido del Norte y estaba en la casa de la hermana– y le dije: “Acabo de leer tu novela. Me pareció excelente y quería decírtelo”. Él dijo: “Me alegra que te haya gustado”. Después nos encontramos y comenzamos a charlar. A partir de esa ocasión, cada vez que venía a México me hablaba por teléfono. Una vez –trabajaba yo entonces en la Ibero– hice que lo invitaran a dar una conferencia. Fue a dar varias charlas a la Ibero, muy críticas, muy bien plantado frente al mundo oficial de la literatura. En las charlas que dio en la Ibero culminó con la lectura de un cuento, pero hizo una exposición sobre lo que entendía por narrativa y cuál era su preocupación; era muy crítico con la literatura que se hacía en México. Tenía una gran adhesión a Rulfo, por supuesto, pero del resto de la literatura narrativa mexicana tenía muchas reservas.

Yo creo que es una de las pocas obras escritas con un propósito de renovar el lenguaje de la narrativa en México. No tengo toda la obra leída ni elementos críticos para analizar eso, pero era su mayor preocupación, evidentemente. No quiso hacer una narrativa lineal ni una narrativa extensa, sino más bien una narrativa condensada, concentrada, que tiende a la poesía. Una de las características de la poesía es utilizar un lenguaje cargado, denso, y eso hace Gardea. Es decir, sabe que viene después de Rulfo y que no puede repetir su procedimiento. La narrativa de Rulfo tiene una visión poética en todo lo que escribió casi de manera natural. Rulfo encontró su propio lenguaje –tanto en la novela como en los cuentos–, que coincide con su visión de la literatura. En Gardea, que viene después, hay el propósito expreso de encontrar un lenguaje que escrito después de Rulfo y con su propia visión poética. No sé si en todos sus libros aparece esa visión. Creo que está muy claro en La canción de las mulas muertas. Ahí, digamos, recorta un universo diferenciado de la narrativa de Rulfo, la coloca en otro escenario, la elabora con un lenguaje que es muy natural de la zona y de él personalmente. Logra, me parece, un libro excepcional dentro de la literatura mexicana. Lo que sucede progresivamente con los libros que publica es que se va como produciendo un proceso de ruptura total con el ordenamiento lógico. Es como si rompiera totalmente los materiales y se independizara de una cierta coherencia y desarrollo lógico.

Hace unos meses comenzaba a leer El biombo y los frutos… Te voy a leer una página:

Desde una sombra, los limones. Tardaba, el oscurecido amarillo, en irse aclarando, lentos días. Por angosta puerta, los frutos. Aromáticos sin ganas, iba el limonerío. Tapadera de caja de zapatos, un corralito, el transporte. El mismo de siempre; algo se le había abombado el fondo, pero una mano, tendida debajo, el refuerzo. Pila no era la carga; sí como rubio, y apretado, piso. Dejado atrás la puertecilla, el camino: corredor con ventanas a un patio escueto y, frente a la luz, el muro, seguido, blanco. La sustancia del aire allí, los limones apenas la cambiaban. Pero el portador de la tapadera, sentía que no. Entonces se acercaba a una ventana, respiraba hondo. Y como la lámpara del mundo, a esas horas, centro del cielo, mucho desnudaba las cosas, de imaginárselas así, el asomado, al poco tiempo, tristón. Mas no llegaba a consumado triste; ponía la mirada en los acunados, luego en la otra puerta, término del corredor. Puerta, en dimensiones, gemela a la de la entrada. Su imagen, para el ojo, como si se hallara muy lejos, crédito ninguno había que darle al observador porque entonces, la remota, alcanzable sólo al atardecer, encima ya el crepúsculo. Y de allá, de la falsamente alejada, el portador de los limones, desviando al ojo mentiroso, le ofrecía, en lugar de madera, la cercana fruta. Luego, el portador, con la mano libre unas caricias: nunca tres veces al mismo limón. Lentas las yemas, como chupando. Y de este modo, el saber del ojo; simultánea, la verdad que había en las texturas y los sabores. Pero el pretendido maestro del falaz, trampa conocía. Era el zumo, gusto enorme le tomaba. Saliva, mar de ella enseguida, acidulado disolvía pulpas, cáscaras, semillas. Vuelta la mirada otra vez a la ventana, el de la carga, bocanada de alivio, que finalizaba en una colita como abanico, pizcas, asientos de lo salivoso. Llovizna en torno y sobre el charco recién formado; durables como unos huevecillos los vomitados caídos en el polvo. Se irisaban, colorida negación del monótono a la intemperie… 

Y así sigue, indefinidamente. Es muy difícil la lectura de una novela así, porque no sucede absolutamente nada, porque el lenguaje es el único personaje, porque uno no es conducido por el lenguaje a ninguna parte. Está escrito con una intención semejante al poema. Pero no es un poema, es una novela. En consecuencia, tiene sus inconvenientes para la lectura. Es muy difícil la lectura de los últimos libros de Gardea. Hay que trabajar con ellos. No se puede hacer una lectura como con cualquier otro libro.

En La canción de las mulas muertas los personajes todavía están muy bien definidos, como pueden estar los personajes de Rulfo. Pero también eso se va borrando en lo sucesivo de sus libros. Queda solo el lenguaje, tejiéndose y destejiéndose. En realidad es un lenguaje del que se apropió para elaborarlo. Porque, fijate, en esa página que hemos leído hay rupturas sintácticas totales. No hay ningún desarrollo. Hay como una mirada estática frente a las cosas que transcurren y que esa misma mirada estática repite. No es una mirada indiferente a eso que está sucediendo delante de él, porque han sido suprimidos los personajes. A Gardea no le importan los personajes. Le importa que, a través del lenguaje, produzca un complejo atrayente que actúe sobre el lector casi por efecto estético. Pero ¿cuál es la visión que se manifiesta en estos últimos libros? La cosa es muy complicada, porque no hay personajes, no hay condena ni absolución, no hay siquiera una imagen de soledad. Hay una construcción, un objeto que construye con palabras. Su mismo lenguaje provenía de todas esas características. Un lenguaje que no repetía de una manera folclórica, sino que él elaboraba siempre.

La canción de las mulas muertas es un libro de una minuciosa elaboración. Lo que Gardea produjo en su obra no es una complejidad progresiva, es el abandono de ciertos elementos que en la primera parte sobraban y que trató de borrar. Como si, intencionadamente, quisiera desprender su narración de sucesos históricos concretos, particulares, de psicología, y que quedara solo el lenguaje –un lenguaje que no proviene de personajes, sino que el autor lo ha internalizado, captado, y lo elabora con un ritmo conversacional, coloquial, nunca es empático sino que inventa palabras que están dentro de lo que podría ser el lenguaje de la zona. Ahí [en El biombo y los frutos] encontré, al pasar, una o dos palabras que reproduce muy bien del lenguaje popular. Dice, por ejemplo, “el limonerío”. Son elementos que tienen que ver con el paisaje. Yo tengo la impresión de que va dando en cada libro una nueva vuelta de tuerca. Es decir, que en cada libro sigue trabajando una vieja materia, pero que cada vez es más difícil de apreciar. Solo quedan como esencias, estilizaciones de lo que en los primeros libros estaba más recortado, más diferenciado, más visible. En Gardea resultaría muy difícil conjeturar un juicio sobre si buscó o necesitó hacer ese tipo de cosas. Lo que se advierte es que cada vez borra más las pistas. Seguramente necesitó hacer ese proceso, y la escritura se le volvía cada vez más cerrada, incluso a pesar de él. No hubiera podido, al final, escribir como escribió La canción de las mulas muertas.

La elaboración de la escritura, tanto en Rulfo como en Gardea, indica que están al tanto del lenguaje de la narrativa del siglo XX. La materia que trabajan es una materia localizada en una geografía, en un tiempo que transcurre lentamente, como transcurren los tiempos campesinos. Y, digamos, el mundo urbano no tiene una presencia real en la narrativa de ambos. El lenguaje que ellos hablan –el de Rulfo sobre todo– es un lenguaje que han inventado. Nadie usa el lenguaje de los personajes de Rulfo. Lo que ha tomado Rulfo –y Gardea también– de ese lenguaje es el ritmo, las imágenes, la respiración, el tempo del lenguaje campesino. No es una copia, no es un traslado, porque nadie habla como hablan los personajes de Rulfo. Igual en Gardea. En él hay, digamos, diferentes tipos de personajes, pero hay otras cosas en común, y es esa sensación de derrota, de fracaso.

La entrada Jesús Gardea por Hugo Gola se publicó primero en La Tempestad.



from La Tempestad https://ift.tt/3dcfxGv
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad