La nueva exposición que cobija el patio central del Museo Kaluz plantea al espectador un desafío: redefinir su relación con el espacio y los objetos a su alrededor. Se trata de El bosque de las columnas, de Paloma Torres, montada durante la Semana del Arte de la Ciudad de México. Una instalación formada por 47 piezas escultóricas en forma de columnas, dispuestas a lo largo y ancho del patio, que propone un recorrido de inevitables evocaciones arquitectónicas e históricas, pero también una manera de leer el mundo.
Mientras recorre el espacio entre las piezas el espectador dibuja una nueva obra, que complementa la instalación: una cámara rastreará y recopilará los desplazamientos, las relaciones que se crean entre el tránsito, el visitante y las columnas, así como las transformaciones que esta dinámica provoca. Con estos elementos la artista construirá la segunda parte de la propuesta.
“Como escultora comprendí que es en la interacción de los espacios y las estructuras donde se forja el espíritu de una sociedad”, dice Paloma Torres (Ciudad de México, 1960), que trabaja sus piezas desde la relación con la arquitectura y la ciudad. La mayor parte de su obra escultórica interpreta las formas del paisaje urbano y sus elementos arquitectónicos, desde las varillas de una obra negra hasta materiales como la piedra, el barro, el bronce, la madera e incluso el fieltro.
Parada obligada
Además de ser el hogar de memorables altares de muertos cada octubre, el patio central del Museo Kaluz se ha convertido en un espacio ideal para el despliegue de arte contemporáneo. En febrero de 2019 el artista sudafricano Simphiwe Nzube montó una versión renovada de The Rain Prayers, instalación de gran formato que creó en 2016 para reflexionar paralelamente sobre el espíritu carnavalesco de Ciudad del Cabo y la escasez de agua que afecta a la capital de su país.
Tres años después pudo visitarse la La serpiente de los días, de Carlos Amorales, una máscara que se replica cientos de veces hasta formar una serpiente de aluminio que flota sobre un mar de rostros de cerámica. Sirvió al artista para reflexionar sobre la experiencia colectiva de la pandemia de covid-19.
Con El bosque de las columnas, que estará abierta hasta el 10 de abril, el Museo Kaluz busca lograr una participación más activa del público en general y, sobre todo, de vecinos, colectivos y comunidad de la capitalina Colonia Guerrero, a través de un programa de vinculación local y diversas actividades.
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