lunes, 13 de marzo de 2017

LA TEMPESTAD 120

El fracaso de la marcha Vibra México, convocada por instituciones académicas,organizaciones civiles y algunos medios, reveló el profundo desprestigio de la intelectualidad del país. Al margen de las posiciones políticas de los involucrados, evidentemente legítimas, el gesto resultó significativo: lejos de convertirse en agitadores de la conciencia pública, operaron como reserva ideológica del poder en turno, llamando a la unidad nacional ante el peligro llegado del exterior. Para los artistas y los medios independientes la ruta ha de ser bien distinta: la creación de disensos. Diversas compositoras, por ejemplo, han planteado su desacuerdo con la organización jerárquica del campo musical, encontrando en la electrónica una vía de emancipación a la vez política y estética. De ahí que dediquemos nuestra portada a ese tema, en un momento en el que las discusiones sobre el feminismo se amplifican. Es un caso más de la manera en que hacen política las artes: reconfigurando la sensibilidad, al margen de los contenidos concretos de las obras. Disensual es también el pensamiento latinoamericano contemporáneo, al que dedicamos nuestra sección “Territorios”. Hay en nuestra región poderosas expresiones intelectuales que nada tienen que ver con convocar consensos ni con la aceptación acrítica de las categorías provenientes de la tradición europea o anglosajona. El arte nuevo provendrá, en América Latina, de una ampliación de las referencias intelectuales, del abandono de la idea de que somos meros importadores de ideas. — Los editores

 

 

EN PORTADA

La música electrónica se ha revelado como un medio inesperado para la emancipación artística de las mujeres. Desde inicios del siglo pasado comenzaron aparecer trabajos que no han hecho más que diversificarse y ampliar las posibles respuestas a esta pregunta: ¿qué aporta este campo musical a las luchas del feminismo? Este panorama ofrece algunas claves.

 

 

LITERATURA

Como parte de “Actualidad”, Guillermo Núñez Jáuregui revisa tres nuevos libros de cuentos (de Héctor Manjarrez, Fabio Morábito y Emiliano Monge) que permiten dar un vistazo al panorama del relato mexicano contemporáneo. Además, recomendamos Carta sobre el poder de la escritura, de Claude-Edmonde Magny, editado por Periférica.

 

 

CINE

Laura Pardo reseña La La Land, el tercer largometraje de Damien Chazelle, que hace del musical un vehículo para plantear ciertas ansiedades contemporáneas. Asimismo, entrevistamos al director español Oliver Laxe, a su paso por la Ciudad de México, donde presentó, como parte de la programación del FICUNAM, su cinta más reciente: Mimosas.

 

 

MÚSICA

En “Actualidad”, Aarón Flores revisa The New Breed y Slight Freedom, los álbumes más recientes del guitarrista Jeff Parker. Como parte del tema de portada, hacemos un repaso exhaustivo de la historia de las mujeres en su relación con la música electrónica; igualmente, entrevistamos a una de sus exponentes más destacadas: Laurie Spiegel.

 

 

DISEÑO

¿Cuáles son las características de la fotografía contemporánea en México? En “Folio” seleccionamos la obra de cinco fotógrafos (Adela Goldbard, Carlos Iván Hernández, Gladys Serrano, Daniela Bojórquez y Juan Carlos Coppel) que permiten atisbar la profundidad del tema.

 

 

ARTES VISUALES

Conversamos con Tercerunquinto a propósito de su exposición Doble fondo en la galería Proyectos Monclova. Incluimos, adicionalmente, una revisión del Oroxxo, de Gabriel Orozco, en Kurimanzutto. Revisamos, finalmente, el performance Distancias entre nanas… presentado en la galería Nixon y Detritos: vestigios de la arena, de Miriam Salado, en el Museo de Arte de Sonora.

 

 

ARTES ESCÉNICAS

Se presentó la pieza El bobo (2015), del coreógrafo argentino Nicolás Poggi, en el Teatro de la Danza como parte del ciclo Otras corporalidades; Anabella Pareja la reseña como parte de “Actualidad”. Desde Brasil, la bailarina y performer Michelle Moura contesta el “Cuestionario LT”. Sobre la imagen de portada de este número: Soft Revolvers (2014), de Myriam Bleau Soft Revolvers es un performance musical de la canadiense Myriam Bleau, que sintetiza el estrecho vínculo de las mujeres con las herramientas electrónicas. Está compuesto por cuatro dispositivos rodantes que crean composiciones sonoras con base en los datos recogidos por sensores de movimiento. Los leds de los dispositivos se sincronizan con el sonido.

 

 



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