jueves, 26 de mayo de 2016

La web y sus consecuencias

 

A propósito del curso La publicación cultural: de la idea al objeto, que actualmente imparte el equipo editorial de La Tempestad en su Espacio de Reflexión Estética, rescatamos esta conversación sobre el presente y el futuro de las publicaciones impresas con David Renard, autor de The Last Magazine (2005) y colaborador de Media Ideas. Fundador de Netcirculation, una red de distribución editorial.

 

 

El acceso a Internet ha permitido que miles de editores improvisados publiquen revistas en línea. ¿Crees que la llamada «democracia de los medios» ha acelerado el proceso de conversión del editor en un curador de contenidos?

Hace quince años escuché la misma pregunta cuando las nuevas tecnologías computacionales y el software hicieron posible diseñar una revista en cualquier computadora. Otros la escucharon mucho antes, cuando los fanzines se pusieron de moda gracias a las fotocopiadoras. Internet, sin duda, tiene como base estos desarrollos, y hoy en día hacer una revista es tan fácil como diseñar una app. La distribución también se ha hecho más sencilla, como se ve en sitios gratuitos como Issuu.com, que tiene decenas de millones de lectores.

 

Casi cualquiera puede hacer una revista. No importa si es con imágenes o texto encontrado, producido u obtenido de colaboradores. Tampoco importa si la revista es un collage con los trabajos de múltiples autores seleccionados por un buen editor, o si se trata del opus de una sola persona. Además, siempre habrá un mercado para una revista en particular. Puede ser pequeño, pero ahí es donde aparece la larga estela, la distribución final de un producto. Alguien querrá consultar la mirada, la opinión de esa revista en específico. Eso me parece muy emocionante.

 

 

¿Hemos idealizado el papel? ¿Es romántico celebrar sus características táctiles? ¿Tenemos que crear un equilibrio entre las revistas impresas y el daño ecológico?

El papel es hermoso y el aspecto físico de una revista, cuando se trata de un objeto en el que han puesto especial atención el editor, el impresor o el creador, puede convertir un legajo de papeles en una pieza artística. Pero la tecnología del papel no es el principal método de comunicación en un mundo con cada vez menos árboles y millones de personas empoderadas por la tecnología digital. Estoy seguro de que en unas décadas tendremos que enfrentarnos al impacto ambiental de tantas pantallas, circuitos y baterías, pero la respuesta no será regresar al papel como la principal vía de comunicación, sino reducir los artefactos que ya tenemos a uno solo, capaz de resolver todas nuestras necesidades comunicativas.

 

 

¿Es posible definir qué tipo de revista debería estar en Internet y cuál exclusivamente en papel?

Cualquier revista que emplee imagen en movimiento, animación y algún tipo de interactividad debería estar en formato digital. Hay algunas excepciones, como las revistas que usan hojas lenticulares. Por otro lado, cualquier revista cuyo formato o aspecto físico sea parte de su concepto deberá estar impresa. En los países en vías de desarrollo la palabra impresa sigue siendo un vehículo importante para compartir ideas. Y eso permanecerá igual hasta que las nuevas tecnologías ayuden a estas comunidades a dar el salto a mejores métodos de comunicación. Aún así pasarán muchos años antes de que el mercado impreso en masa (títulos cuyo aspecto físico es lo de menos) se desplace a lo digital.

 

 

¿Qué innovaciones han traído estos gadgets? ¿Puede hablarse de logros gráficos, editoriales o comunicativos que estaban fuera del ámbito de los medios impresos?

Hay algunas revistas o marcas que existían en el ámbito digital y que hicieron una transición exitosa al medio impreso con vistas a un mercado masivo. Esto es posible porque estamos en un periodo de transición en el que nos alejamos lentamente de lo impreso para desplazarnos, de manera enérgica, hacia lo digital. Este periodo de transición durará una o dos décadas más. Después será como cuando un sello discográfico pone a la venta un vinilo. El objetivo del vinilo ya es no ser vendido, sino distribuirse a DJS para que se reproduzca en un espacio público.

 

 

Las revistas digitales dieron paso a lo que algunos llaman la “vanguardia local”, en la que las noticias de la comunidad tienen la misma importancia que las noticias del resto del mundo. ¿Las revistas impresas pasaron por alto su entorno inmediato para mantener una competencia global?

Creo que lo ignoraron voluntariamente con el fin de tener un mayor atractivo financiero, pero hay muchas otras revistas que se centran en lo local. Así fue como empezaron, y con unos siete mil títulos circulando en Estados Unidos actualmente (algunos incluso calculan diez mil), la mayoría no es, ni puede ser, global. Las revistas digitales empezaron enfocándose en lo global pero, dado que es más difícil que te encuentren y descubran en Internet si estás hablando de lo mismo que otras miles de revistas, muchas de ellas se han centrado en lo local.

 

 

¿Crees que internet ha alterado los hábitos de lectura?

Por supuesto. A menudo hablo sobre la lectura basada en la página y la lectura basada en el objeto. En el mundo de lo impreso leemos páginas de libros, revistas y periódicos. Este contenido paginado ha sido reemplazado en Internet por el contenido basado en el objeto: reducido a un artículo o a una imagen que no necesitan diseño ni un acomodo en relación con otros contenidos para ser leídos. Los blogs, las páginas de Internet y los lectores RSS son ejemplos perfectos de contenido basado en el objeto. Cuando estamos en el metro, o en un autobús, frecuentemente leemos palabras o vemos imágenes en un teléfono. El objetivo es la eficiencia o ir al grano lo más rápido posible. Pero cuando estamos recostados en el sillón, tenemos más tiempo para leer textos más largos, obtenemos información por el modo en que contenidos y datos están vinculados. Tenemos más tiempo para la página.

 

 

¿La discusión sobre lo que una revista debería ser –un objeto de consumo, un arte objeto– ha quedado atrás?

Si es así, me alegro. No estoy seguro de por qué tendríamos que discutir si un objeto que es útil y potencialmente bello deba ser el sueño de un consumidor o el sueño de un coleccionista. Cualquier artefacto que haya sido creado con diversos niveles de ideas, esfuerzo y amor puede ser ambas cosas o ninguna, dependiendo de con quién lo discutas.

 

 

¿De qué forma coexiste la temporalidad de las revistas impresas en un ambiente de inmediatez mediática? ¿Es lo impreso un espacio para la reflexión, a diferencia de los medios digitales, en constante actualización y, en muchas ocasiones, sin consideración por el lector?

Las revistas se crearon porque podían presentar contenido que era menos inmediato que el periódico, pero más inmediato que un libro. Mientras que los periódicos han sido reemplazados por portales y canales de noticias las 24 horas del día, y los libros por publicaciones en formato electrónico, la revistas se encuentran en un sitio extraño. Tanto en lo impreso como en lo digital, para sobrevivir se necesita tener contenido actual y atemporal a la vez (si eso tiene sentido),para ser consumido en unas pocas horas (no durante varios días, como los libros).

 

 

¿Qué pasa con las imágenes? ¿Hay una perspectiva particular en el impreso?

Creo que las imágenes impresas tienen dos cualidades añadidas. La primera es que en la impresión pueden existir imágenes sin márgenes, mientras que en los dispositivos digitales, al menos por ahora, todas las imágenes deben tener límites definidos. La segunda es que la mezcla de la impresión y el papel puede crear efectos hermosos que, al menos hoy, no pueden ser reproducidos en la tecnología digital.

 

 

The Last Magazine registra un proceso interesante: la revalorización de las portadas de revista y del diseño editorial en general. ¿Existe una relación directa entre el style press y el auge de la web?

Creo que el style press creció gracias a las herramientas digitales: equipo para manejar imágenes de mejor calidad y mejor software de diseño, software para hacer el proceso de diseño mucho más sencillo e Internet para ampliar las oportunidades del colaborador. Del mismo modo, conceptualmente, los medios digitales le dieron nuevas ideas al contenido y a los creadores, editores e impresores de revistas gracias al enorme acceso que Internet tiene a los diseños más atractivos, las nuevas ideas y los proyectos más innovadores de revistas alrededor del mundo.

 

 

¿Crees que el término “lectorado” deba cambiarse a “comunidad de lectores” gracias a las revistas digitales y a periódicos digitales?

La lectura sigue siendo una actividad muy personal. Puede compartirse con otros, lo que en sí es una consecuencia divertida de la lectura, pero leer (que en este caso incluye el acto de mirar imágenes) consiste en compartir algo con el escritor o el editor.

 

 

Este texto se publicó en la versión impresa de Folio V.007, abril-mayo de 2014

Traducción del inglés de Lilián López Camberos

 

 

 



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