El 17 de marzo pasado falleció el artista Vicente Rojo. Tenía 89 años. En la esquina de Reforma y la renovada Avenida Hidalgo se encuentra una de sus últimas creaciones, el mural Jardín urbano, que recubre la fachada lateral del Museo Kaluz. Realizado en tezontle y cantera, piedras emblemáticas del Centro Histórico de la Ciudad de México, el trabajo se integra pulcramente al antiguo Hotel Cortés, edificio que data del siglo XVII. Rojo trabajó en su pieza por más de un año, junto a artesanos mexicanos.
“La idea viene de la naturaleza, el museo tiene una magnífica colección de arte mexicano y pensé que lo ideal era traerla a la calle. Son diez árboles que planté aquí y espero que sigan siendo regados y puedan mantenerse muchos años”, dijo Vicente Rojo el día de la inauguración del espacio cultural, en octubre del año pasado, aludiendo a la gran cantidad de paisajes que integran la Colección Kaluz.
Para lograr que su obra dialogara de manera natural con el edificio, el artista echó mano de dos dispositivos formales: elevó el mural respecto al nivel de la calle y representó la fachada del edificio utilizando paneles que semejan vanos de ventanas. Durante su prolífica carrera, Rojo siempre tuvo clara la función pública del arte, y esta obra de gran formato no es la excepción. Así, la idea se vuelve proclama: sacar la naturaleza del interior del museo para el disfrute del paseante, ante todo respetando el contexto urbano.
Rojo por todas partes
Pintor, escultor, diseñador gráfico, grabador. Vicente Rojo dejó un extenso patrimonio de arte público. Desde el año 2000 el “antimural” (como a él gustaba llamarlo) Escenario abierto adorna con azulejos multicolores las paredes externas del Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes. La fuente País de volcanes corona desde 2003 la Secretaría de Relaciones Exteriores: mil 34 figuras piramidales alineadas en la explanada del Museo Memoria y Tolerancia.
La pérgola Ixca Cienfuegos lleva en su nombre un homenaje al gran amigo del artista, el escritor Carlos Fuentes. Instalada sobre el camellón de la Avenida Ejército Nacional en 2014, la estructura multicolor recuerda los 50 años de la publicación de La región más transparente,
El Nacional Monte de Piedad cobija desde 2019 otra obra de Rojo. Se trata del vitral Versión celeste, integrado por 275 cubos lumínicos que colorean el patio central del edificio.
El Jardín urbano del Museo Kaluz es otro de los recordatorios permanentes de la sensibilidad y el talento de Rojo, miembro destacado de la generación de la Ruptura y uno de los artistas más prolíficos del país.
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