No existe registro fotográfico de mucha de la gente que habitó la isla de Janitzio, en Michoacán, durante las primeras décadas del siglo pasado. La bisabuela del artista Rogelio Séptimo pertenece a ese grupo de personas: sería imposible conocer sus rasgos de no ser porque su bisnieto se dio a la tarea de reconstruirlos con inteligencia artificial. La idea de atrapar en una imagen parte del pasado familiar dio origen al proyecto Exhumar la memor.IA. Visiones del lago, en el que Séptimo recopiló testimonios, descripciones e imágenes antiguas para combinarlas con un software generativo y exhumar los rostros de algunos habitantes del lago de Pátzcuaro que, como su bisabuela, no dejaron huella fotográfica.
Después de ganar el Premio de Adquisición de la XX Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen, Exhumar la memor.IA. Visiones del lago se presentó como uno de los platos fuertes del Festival Tragaluz, realizado a finales de septiembre en el Centro Cultural Clavijero de Morelia. La exposición reúne 20 piezas impresas y objetos diversos, una mesa de activación y módulos gráficos que hacen explícito el proceso comunitario que fue vital para la creación de los retratos.
“Al crear el retrato de mi bisabuela como primera imagen surgió la idea de evocar la memoria de la isla y los relatos que surgen de los antepasados como práctica en la convivencia familiar. Esto fue el detonante para sumar a los habitantes de la isla”: Rogelio Séptimo.
El fotógrafo explica cómo creció el proyecto hasta abarcar todas las comunidades del lago: “En principio era sobre la memoria colectiva de la isla de Janitzio, lugar de origen de mi familia, pero al construir los retratos me di cuenta de que en realidad hablaba de una identidad más amplia. La memoria es un bien compartido relacionado con el ritual de la muerte en la región lacustre y se transmite a través de generaciones mediante relatos, imágenes y prácticas culturales. Al crear el retrato de mi bisabuela como primera imagen surgió la idea de evocar la memoria de la isla y los relatos que surgen de los antepasados como práctica en la convivencia familiar. Esto fue el detonante para sumar a los habitantes de la isla, sus archivos y testimonios, con quienes comparto el sentido de identidad”.
A través de las “mesas de trueque” los voluntarios aportaron imágenes (sólo para escanear), recuerdos y referencias con los que la inteligencia artificial realizó su labor especulativa. A cambio recibieron un retrato posible de su antepasado, al cual cada familia otorga su propio sitio. “Para mí tenía sentido utilizar procesos inherentes al territorio: una mesa como espacio de identidad e intercambio voluntario de memorias. En mi infancia solía acompañar a mis abuelos, quienes salían desde la isla de Janitzio a vender pescado en las comunidades; muchas veces se llevaba a cabo el trueque en estas rutas de comercio, lo que me marcó profundamente. En su mayoría las imágenes son de eventos familiares como vacaciones, fiestas, reuniones, las cuales me sirvieron para poder establecer un promedio de rasgos faciales y también construir el pasado a través de sus descendientes actuales. La mesa de trueque es un espacio en donde el otro y yo nos volvemos iguales a través de nuestro pasado”.
Poner en el centro esta dinámica ancestral de comercio y socialización entre las comunidades purépechas refuerza la importancia de la participación colectiva en el quehacer de Rogelio Séptimo. En la serie de 2012 titulada Somne trabajó con los relatos de sueños que la gente le compartía por correo. Las imágenes resultantes se realizaron con una técnica alternativa de fotografía sin cámara surgida de las investigaciones del artista sobre las cualidades de transferencia lumínica de la pulpa de papel al material fotosensible.
Las piezas que componen el proyecto Exhumar la memor.IA se completan con una línea monocromática en el vidrio, conformada a partir de pixeles de las imágenes de archivo escaneadas en las mesas de trueque. “La línea funciona como un enlace entre el pasado y presente: los metadatos forman parte del resultado final. La idea es superponer dos generaciones desde el presente y viceversa”.
La identidad, el origen, la memoria como bien compartido y la exploración de herramientas son los ejes que vertebran el trabajo de Séptimo, que tiene un proyecto anterior realizado con inteligencia artificial, Globoflexia (2022), y está trabajando en uno más: Fast Fashion, sobre el consumo voraz. En Exhumar la memor.IA el cruce de fotografía análoga y software, que supone la unión de opuestos, surge a partir de la nostalgia por el territorio y el duelo.
La identidad, el origen, la memoria como bien compartido y la exploración de herramientas son los ejes que vertebran el trabajo de Séptimo, que tiene un proyecto anterior realizado con inteligencia artificial, ‘Globoflexia’ (2022), y está trabajando en uno más: ‘Fast Fashion’, sobre el consumo voraz.
“En julio de 2022 leí que la portada de la revista Cosmopolitan había sido realizada con inteligencia artificial por la artista Karen X. Cheng, a través de la plataforma Dall-e. En ese momento tuve la curiosidad de explorar la herramienta con la idea de recrear un retrato relacionado con los migrantes michoacanos en Estados Unidos y su relación con el recuerdo de sus lugares de origen en México, pues yo fui migrante en Canadá. Rondaba en mi cabeza el duelo por mi abuelo recién fallecido y la manera en que finalizaba un etapa de mi vida con relación a la isla: ya no habría más familiares directos viviendo ahí. Entonces recordé un sueño recurrente en el cual platicaba con mi bisabuela, a la cual nunca conocí, y me enfoqué en tratar de construir su retrato desde la memoria en el sueño. Cuando lo obtuve lo utilicé en uno de los altares que se realizaron en casa de mi abuelo, para el ritual de Día de Muertos. Poco después surgió la idea de crear una memoria colectiva con estos retratos de la isla”.
La pregunta obligada en un proyecto como Exhumar la memor.IA es la postura del artista en torno a las posibilidades de la inteligencia artificial en la fotografía. Más allá de sus alcances formales, ¿piensa que existen límites éticos para utilizarla? “En ese sentido, para mí la IA es una herramienta que puede ampliar posibilidades creativas si el artista sabe cómo integrarla de forma orgánica al proceso de producción de imágenes, sin olvidar el factor humano en la propuesta. Creo que los límites éticos no pertenecen a la IA en sí, sino más bien a los aspectos morales de la persona que la emplea. En mi caso exploré un concepto desde la parte personal y de la manera en que yo he vivido el ritual de la muerte en las tradiciones de la isla. La herramienta me ha servido para darle un sentido material a la parte inmaterial de lo que reside en el interior de nosotros”.
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