Elegido para concursar en la sección “Cineastas del presente” del Festival de Cine de Locarno (el encuentro de cine de autor de mayor prestigio de Europa), La Paloma y el Lobo (2019) es el primer largometraje de Carlos Lenin. “La historia de amor de la película, que filmamos en Linares, Nuevo León, el pueblo donde nací y crecí, se transforma con la violencia que se vive en el norte del país, tan arraigada en la región que forma parte de nuestra identidad; pienso mucho en un corrido de Los cadetes de Linares que se llama “Pistoleros famosos” que dice en los pueblitos del norte siempre ha corrido la sangre; quizá de ahí emana nuestra película, de los miedos que queremos combatir”, dice Lenin a La Tempestad.
En 2015 el cineasta presentó 24° 51′ latitud norte, cortometraje producido por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). Se trata de la historia de un joven que luego de once años de ausencia regresa a su lugar de origen y se reencuentra con su antigua pandilla, aunque descubre que tanto sus amigos como él han cambiado. De este trabajo, que ganó el premio Orona en el Festival de Cine de San Sebastián (como parte del Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine) nace el hilo conductor de La Paloma y el Lobo, que retoma a uno de los personajes del corto.
“Se trata de una pareja que quiere cosas diferentes: ella quiere regresar a su pueblo, él, por otro lado, tiene un secreto que le impide volver”, dice Paloma Petra, productora en línea y protagonista del filme junto a Armando Hernández. “No nos interesa la violencia ficcionalizada de forma sangrienta o la que glorifica a los narcotraficantes, queremos explorar qué le sucede a las personas que viven afectadas por ella, cómo se ama cuando se vive en guerra. Yo soy de Monterrey, una ciudad que está cerca de la frontera, creo que por eso es un lugar tan polarizado; incluso a veces pensamos en otro idioma, estamos acostumbrados a ver el amor en otra lengua que no es la nuestra”, asegura la actriz sobre la inquietud de mostrar en pantalla esta región del norte de México, objetivo de Huasteca Casa Cinematográfica, que fundó junto a Carlos Lenin.
«Tengo claro es que deseo contar historias que tengan que ver con mi realidad, quiero compartir mis dudas y mis miedos más profundos”
“Mi intención es contar la tragedia de dos que se aman; quería que la historia transcurriera en ciertos espacios que me provocan nostalgia o miedo”, detalla el director. “Al decidir filmar en los lugares que más me atemorizaban, la puesta de cámara y de tiempo se transformaron al enfrentar el relato que escribí, idealizado, con la realidad concreta”.
El filme, que antes se titulaba Sobre la estabilidad de los 3 cuerpos, participó en diversos encuentros de work in progress, por ejemplo en los festivales de cine de Morelia, Guadalajara y Málaga (donde ganó un premio para proyectar un avance en Cannes), así como en FICUNAM. El equipo de La Paloma y el Lobo –una producción de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas UNAM y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE)– lo complementan Diego Tenorio (fotografía), Jorge Guerrero (que firmó el guion junto a Carlos Lenin), David Muñoz y Alejandro Ramírez (sonido), Alicia Segovia (montaje) y Miguel Ángel Sánchez M. (productor).
Fotograma de ‘La Paloma y el Lobo’
“Aún estoy construyendo mi mirada como autor; lo que sí tengo claro es que deseo contar historias que tengan que ver con mi realidad, quiero compartir mis dudas y mis miedos más profundos”, expresa Carlos Lenin, cuya apuesta hibrida lo contemplativo con la experimentación formal a través de la imagen y el montaje.
El Festival de Cine de Locarno se realizará del 7 al 17 de agosto.
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