Como parte del nutrido catálogo del Festival de Cine de Cannes se estrenó el nuevo proyecto de Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki Carne y Arena, un filme en realidad virtual que intenta retratar la desesperanza de los migrantes.
Carne y Arena se presenta, según la crítica, como un esbozo interesante que ensaya las posibilidades creativas y receptivas del cine, y que cuestiona su perímetro, de seis minutos y medio.
Más cercano a la video instalación, esta “mutación” ofreció al público de Cannes una experiencia dinámica en la que el público podía moverse libremente, mirar hacia arriba y hacia abajo, y girar por completo, en 360 grados, sobre su propio eje.
Iñarritu busca hojear sobre el abarrotado mundo, de conclusiones y miradas, del tema de los migrantes de Centroamérica y México. El filme se reconstruye a partir de entrevistas de primera mano, relata el orden de incertidumbre de los migrantes, el nerviosismo de caminar en el desierto y la agresiva variación de ser apuntado con una semiautomática, a lo sumo, una fracción de la realidad en la frontera de México y Estados Unidos.
La intención de Iñarritu es clara cuando se pronuncia y dice que la realidad ha dejado de ser relevante, porque el exceso de información nos ha vuelto insensibles, este proyecto que fue financiado por la Fundación Prada y que planea exhibirse en México para el próximo agosto en el CCU Tlatelolco, aboga a favor de la migración, desliza la presunción de que los inmigrantes no son una amenaza, son un oportunidad.
from La Tempestad http://ift.tt/2rHEVjZ
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad
No hay comentarios:
Publicar un comentario