La World Press Foundation fue creada en 1955 por un grupo de fotoperiodistas daneses. ¿Su intención? Encontrar una plataforma de proyección internacional, que con los años cimentó uno de los premios más relevantes del periodismo. La influencia de la asociación ha permeado a los medios de comunicación durante décadas sobre la importancia de contar una historia a través de una imagen.
A partir de este viernes 21 de julio las fotos ganadoras de 2016 podrán verse en el museo Franz Mayer de la Ciudad de México. El recorrido iconográfico permite revisar los acontecimientos que impactaron internacionalmente en una de las épocas más convulsas de la Historia. Por ejemplo, el asesinato del embajador ruso en turquía, Andrei Karlov, capturado por el fotógrafo Burhan Ozbilici, que se convirtió en la imagen del año.
Como muchas de las fotos ganadoras, la del asesinato del embajador se volverá parte fundamental de la narrativa visual del mundo. Así sucedió con Napalm Girl (1972), de Nick Ut, que retrata a una niña de nueve años huyendo de un ataque químico en la Guerra de Vietnam, o con The Burning Monk (1963), de Malcolm Browne, que captura el momento en el que un monje budista se suicida, por mencionar solo algunas. Sin embargo, el certamen nunca ha estado exento de polémica: la asociación ha sido criticada por validar situaciones que rebasan la ética del periodismo.
Este año la llama se avivó al anunciarse la imagen ganadora: «Fue una decisión muy difícil, pero al final sentimos que la fotografía fue una imagen explosiva, que verdaderamente habla sobre el odio que vivimos en nuestros tiempos», comenta Mary F. Calvert, miembro del jurado, en el comunicado de prensa de la asociación.
Uno de los jurados que votó en contra, Stuart Franklin, criticó la decisión de sus colegas en su columna para The Guardian: «El impacto de la fotografía es impresionante, no hay duda. Sin embargo, es la foto de un asesino, su víctima y el crimen en la misma imagen. Es tan moralmente problemática como la publicación de una decapitación perpetuada por terroristas».
El fotoperiodista galardonado se encontraba en la inauguración de la exhibición From Kaliningrad to Kamchatka, from the eyes of travelers cuando Mevlut Mert Altintas disparó en ocho ocasiones contra Karlov, que daba el discurso de apertura. «Pensé “estoy aquí y aunque sea golpeado o lastimado, incluso asesinado, soy un periodista. Tengo que hacer mi trabajo. Podría correr sin tomar alguna foto, pero no tendría una respuesta adecuada cuando la gente me preguntara: ¿Por qué no tomaste fotografías?”» declaró Ozbilici al ser interrogado después del suceso.
Como cada año, el Franz Mayer recibirá la polémica foto ganadora y las demás imágenes destacadas en las diferentes categorías: “Temas contemporáneos”, “Vida cotidiana”, “Noticias generales”, “Proyectos de largo plazo”, “Naturaleza”, “Personas”, “Deportes” y “Cobertura de guerra”. Los trabajos fueron seleccionados a partir de 80,408 imágenes enviadas por 5,034 fotógrafos de 125 países.
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