El De Havilland DH.98 Mosquito fue el avión más rápido y eficaz que surcó los aires en la Segunda Guerra Mundial. Por su diseño aerodinámico y su ligereza dejaba atrás a cualquier enemigo. El secreto de su alto desempeño, para sorpresa de muchos, era lo que escondía debajo de su cubierta lacada: una estructura hecha de triplay. El material resolvía problemas de costos y tiempo de ensamblado, pero era mal visto; nunca pudo imponerse al metal, con su impecable brillo, para uso en las naves de combate.
Con esta anécdota comienza Plywood: Material of the Modern World, en el Victoria & Albert Museum de Londres. El tema, poco común, pero con distintas vertientes según la mirada con la que se aborde: una lámina de madera producida a partir de un proceso industrial. Por supuesto, así de simple no suena exactamente al tema que debería ocupar la sala de uno de los museos más importantes del mundo. Sin embargo, a partir de él, el V&A hace una impecable revisión histórica de las necesidades del diseño contemporáneo y analiza el rol del contrachapado como material revolucionario en áreas como la arquitectura o la aeronáutica, así como su actual uso en el arte digital.
La muestra se encuentra dividida en tres secciones, marcadas por hitos del uso del material: su boom durante la revolución industrial por su bajo costo, su rol dentro del diseño modernista de los años treinta y su futuro prometedor dentro de la era del modelado láser. Piezas icónicas del diseño –realizadas por Alvar Aalto, Marcel Breuer o Charles y Ray Eames– están colocadas junto a una amplia variedad de objetos, que van desde cascos de aviones hasta patinetas. La idea es contar cómo uno de los materiales más subestimados ha tenido un papel tan importante en la modernidad. Gracias a los avances tecnológicos, que han permitido llevarlo hacia una nueva generación de productos en formas nunca antes vistas, el triplay es uno de los materiales más populares hoy en día. Su estética, además, es pieza clave en el diseño contemporáneo por su textura, que refleja el interés en los materiales orgánicos.
El gran acierto de la muestra es que también dedica una sección a reflexionar sobre el proceso de manufactura del material, que conlleva problemas ambientales. A pesar de diversas certificaciones de responsabilidad social y de que su proceso de fabricación ha inspirado el desarrollo de nuevas maderas en busca de métodos de construcción sustentables, la industria es una de las mayores responsables de la deforestación del planeta a causa de la la tala ilegal de árboles.
Plywood: Material of the Modern World se mantendrá en exhibición hasta el 12 de noviembre.
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