Poco más de 3 mil 200 kilómetros separan de manera política a México a Estados Unidos; un cuarto de esta extensión cuenta con barreras físicas que fracturan las necesidades de un mundo conectado. Estos muros no brindan soluciones reales a problemáticas que aquejan a ambos países: tráfico de drogas, migración ilegal. La cuota de estas medidas ha ocasionado la muerte cuarenta mil civiles que han intentado cruzar la frontera desde el año 2000 y, además, d se ha dañado la economía de las ciudades fronterizas por ser zonas de conflicto entre los carteles de la droga.
Con esto en mente la plataforma de arquitectura Eureka! lanza el proyecto Unbuild the Wall, que buscar abolir las fronteras entre ambos países generando un ambiente colaborativo para compartir recursos. La propuesta se basa en la construcción de una calle principal en Nogales, Arizona —donde se tiene planeada una de las primeras etapas del muro propuesto por Donald Trump— interconectada por otras ramificaciones urbanas. Aunque la propuesta puede sonar descabellada cumple cabalmente con las necesidades de crear puestos de control migratorio para los oficiales fronterizos.
El efecto esperado de esta propuesta es una economía recíproca donde las compañías puedan invertir utilizando la fuerza laboral local, además de servir como un espacio neutro para que familiares separados por las políticas migratorias puedan reunirse. La fusión entre Arizona y Sonora contaría con oficinas, casas, escuelas, fábricas y centros de entretenimiento diseñados a partir de módulos paramétricos donde la frontera pasaría de ser una parada peligrosa para miles de migrantes a un destino con nuevas oportunidades.
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