Una reconfiguración del Museo Experimental el Eco, espacio diseñado por Mathias Goeritz, a través de muros que redefinen el recorrido de los espectadores, es lo que propone A propósito del borde de las cosas, de Luis Felipe Ortega, muestra que contempla también una serie de “activaciones”, a través de música, danza y lectura. Ya se han realizado dos de ellas y este miércoles se tiene programada la tercera.
Se trata de Noche de bar, que se compone de un montaje creado a partir de Compañía de Beckett (a cargo de Tania Solomonoff, Anaïs Bouts, José Luis Sánchez Rull y Esteban Aldrete), al que seguirá una conversación entre Sánchez Rull, Solomonoff, Bouts, Aldrete, David Miranda y Ortega. La referencia a la obra de Beckett en el Eco no es casual: el recinto se inauguró en la Ciudad de México en 1953, el mismo año en que el clásico irlandés estrenó Esperando a Godot en París.
La muestra es “un ejercicio artístico en el que Ortega condensa el aprendizaje de veinticinco años de trayectoria…”, que funciona como “una invitación al misterio de la estética” [ver La Tempestad 124]. En palabras del artista, su trabajo busca “afectar y transformar el lugar, desdoblar también el peso y el volumen hacia una línea…”.
Las activaciones previas de A propósito del borde de las cosas fueron el 21 de junio, cuando Elizabeth Cárdenas, Jaime Lobato y Patricio Calatayud realizaron una sesión de música electroacústica, y a finales del mismo mes, cuando se presentó el montaje a partir de Compañía de Beckett. La tercera será este próximo miércoles 16 de agosto, a las 20:00 horas.
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