jueves, 17 de agosto de 2017

Corrupción: reflexiones desde el arte

Creo que existe la maldad pura, natural, y que una de sus manifestaciones es la corrupción, es decir, lo descompuesto y perverso, aquello que ha desgastado a México desde hace siglos. Otra de las variantes de esa maldad, que anida en todos nosotros, es el amor por el dinero (físico o abstracto). Corrupción y dinero, una pareja para siempre, el romance que sobrevivirá a la civilización. Si tuviera que elegir una palabra para definir el alma de la sociedad mexicana sería, no es sorpresa, corrupción. Corromper y ser corrompido, una relación cuasi erótica que ha permeado en todos los estratos y las instituciones de la sociedad mexicana.

 

Acerca de este problema no son pocos los artistas que han arrojado algunas reflexiones: recordemos Oríllese a la orilla (1999-2000), de Yoshua Okón, sobre la corrupción de los cuerpos policiacos locales; The Tale of the Tiger is Longer Than the Tiger’s Tail (2011), de Julieta Aranda, sobre la televisión corrompida; o Atlas Eidolon (2014), de Erick Beltrán (su exposición, por cierto, se vio afectada por la censura institucional velada), sobre el putrefacto sistema político. Existen decenas de piezas ejemplares. Tema inagotable, la corrupción precisa, como todos los problemas humanos, del examen del artista.

 

Dado que en breve habrá que ocuparse del Gallery Weekend, esta semana he preferido destacar la exhibición que podrá verse del 28 de septiembre al 11 de enero de 2018 en Casa del Lago de la Ciudad de México: Fábulas sin moraleja. El desbordamiento de la corrupción en México. Se trata de otro de los ejercicios curatoriales, siempre interesantes, de Víctor Palacios, en esta ocasión en mancuerna con Irving Domínguez. Lejos de la lección moral, esta “fábula” pretende poner a la corrupción en el centro del diálogo público: “El objetivo primordial de esta exposición es fomentar el imaginario crítico en torno a la corrupción y cuestionar, ponderar y discutir las medidas que, hasta ahora, se han implementado para combatirla. Esto a través de la exposición misma y de una serie de encuentros o mesas redondas en las que participen distintas agrupaciones, analistas e investigadores especializados”.

 

Odebrecht, Javier Duarte, los Porkys, Rafa Márquez y Julión Álvarez: la lista de episodios es larguísima. Todos ellos, por otra parte, ha sido contestados por buen periodismo, que saca a la luz las historias y los documentos que de otro modo habrían permanecido ocultos bajo el grueso manto del sistema. El artista no es periodista ni detective, pero ofrece reflexiones necesarias para explorar las profundidades de este mal, ya sea desde el humor o desde la mera denuncia formal. En la heterogénea selección de artistas de Fábulas sin moraleja se reconoce la línea que ha distinguido a Casa del Lago desde que tiene a Víctor Palacios como curador en jefe: Julieta Aguinaco, Carlos Aguirre, Antonio Bravo, Cecilia Barreto, Jeannette Betancourt, Edgar Cobián, Deriva.mx, Abraham González, Jesús Jiménez, Emiliano Molina, Fondo para la Construcción Moral (FCM), Isaac Torres y Víctor Sulser.



from La Tempestad http://ift.tt/2wdk3nf
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

No hay comentarios:

Publicar un comentario