El artista mexicano Edgardo Aragón desarrolló un videojuego que retoma tanto la gráfica asociada al 68 como la lucha por la libertad del Movimiento Estudiantil. El 2 de octubre, fecha en la que un numeroso grupo de estudiantes fue víctima de un ataque por parte de militares y del Batallón Olimpia en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, es una cicatriz en la historia reciente de México. “El 68 marca en México la politización de los ciudadanos, el cuestionamiento del entorno y la lucha por modificarlo”, dice Aragón, “los movimientos de esa década, además, generaron un cambio de mentalidad en las generaciones futuras, abriendo la posibilidad de una participación social amplia”.
Schisma es el nombre del videojuego que el creador desarrolló en colaboración con Rodrigo Garrido, del estudio Alucina. La pieza surgió de la invitación que recibió Aragón para producir una obra audiovisual nueva para la muestra M68, que abrirá el 19 de octubre en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT). Utilizando un arcade como soporte, Schisma se podrá jugar en la muestra, que estará de forma permanente en el espacio cultural.
El juego propone una historia distópica en la que una estudiante-atleta recorre un México en penumbras. Por las noches la joven sale a marcar mensajes con aerosol relacionados con la lucha estudiantil del 68 en edificios icónicos que develan información de los culpables de la masacre estudiantil. La estudiante burla monstruos simiescos y máquinas de guerra en su lucha por recuperar la iluminación de la ciudad, controlada por un estado-empresa que mantiene sometida a la población. “El final del juego nos muestra a una Prometeo 2.0 que con el fuego obtenido de la destrucción de las máquinas le regresa la luz a la ciudad a través de un gesto simbólico: encendiendo el pebetero del estadio de Ciudad Universitaria”, adelanta Aragón.
¿A qué responde la decisión de plantear la pieza en este formato? “Los videojuegos llegan a un público más amplio, son aplicaciones en las que la gente pasa mucho tiempo: en sus viajes al trabajo o cuando en apariencia no hace nada. Son plataformas más abiertas que las del arte, rompen el círculo social al que éste se dirige. Un tema como el del 68 debe encaminarse a un sector grande porque el 68 se luchó en las calles. El videojuego transcurre en el espacio digital, símil de la calle. Schisma se puede jugar en teléfonos inteligentes, no necesita una consola, además es gratuito”. El videojuego, que se desarrolló para sistemas operativos iOS y Android, estará disponible un mes después de la apertura de M68.
Con respecto a los tiempos que corren, Aragón considera la libertad sigue estando amenazada en México. “Su principal opositor es la actual conformación de la sociedad mexicana que tiene un hedor neoconservador que ha venido en ascenso desde los años ochenta. No es de extrañar que los actores políticos, militares y empresariales se repitan y sigan teniendo presencia en la vida política y económica del país. De esta forma difícilmente vamos a encontrar un reconocimiento pleno de los culpables de la matanza de estudiantes, sindicalistas, indígenas, maestros, militantes de izquierda”. El artista, que el año pasado presentó la muestra Memoria tísica en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), considera que el principal problema es de índole económico, sistema al que es difícil oponerse ya que atenta contra el orden impuesto en México.
from La Tempestad https://ift.tt/2P6dkkT
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad
No hay comentarios:
Publicar un comentario