miércoles, 18 de diciembre de 2019

Escritor emergente: Hugo Roca Joglar

Presente de las Artes en México aspira a producir una instantánea que permita rastrear algunos rasgos salientes del arte de los últimos tiempos; nuestra selección consta de 12 artistas que están cambiando las formas expresivas y reorientando la discusión.

 

La crónica tiene entre nosotros cultores diversos, en un arco que va del periodismo más riguroso a la exploración de realidades con ánimo lúdico, donde el lenguaje es también protagonista. Entre estos últimos, la voz de Hugo Roca Joglar se desmarca por una posición singular, explícita en las primeras líneas de Días de jengibre (Tierra Adentro), el libro con el que debutó al terminar el año pasado: “Desprecio lo que la gente dice; desprecio lo que la gente hace, y, fascinado, me sumerjo en lo que la gente siente”. Romántico, sus textos oscilan entre el relato breve y la narración que integra todo lo que encuentra a su paso: los sonidos, las voces, la luz, los pequeños detalles.

Formado en la música y el periodismo, Roca Joglar integra esos saberes en crónicas que no temen el desbordamiento expresivo como tampoco desprecian la ficción si ésta ayuda a completar un paisaje emocional: “Ceñirme a un género me incomoda, y en la crónica he encontrado una especie de estructura degenerada; su ausencia de género me permite ir y venir libremente entre distintas formas literarias”. En ese sentido, Días de jengibre es a la vez una autobiografía fragmentaria, un retrato melancólico de la Ciudad de México e, incluso, una forma de ensayar estructuras musicales desde la prosa: “Mi libro está atravesado por el horror y la tristeza, por la duda y la desolación; a través de la música quise filtrar una tenue esperanza”.

“Ceñirme a un género me incomoda, y en la crónica he encontrado una especie de estructura degenerada; su ausencia de género me permite ir y venir libremente entre distintas formas literarias”, dice el autor.

Columnista de Milenio, novelista a punto de debutar (Tardes quietas de jazz y madera, Tandaia), Roca Joglar (Ciudad de México, 1986) incluye en su colección de textos algunas piezas que son, en sí mismas, notables composiciones narrativas. “Lo que me dice el amor (Mahler en una cantina de Irapuato)” es la cumbre del volumen –con ella ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2014–, y sintetiza de modo inmejorable la concepción de la crónica como experiencia sensorial, pero un trabajo como “Mapa sonoro de un clítoris que crece (fantasía musical que debe leerse a manera de partitura)” es toda una declaración de principios. “Estos universos en sí mismos resultan inclasificables: una parte de ellos existe en la realidad evidente y la otra (la sensual) en lo invisible. Entonces la barrera entre ficción y no ficción colisiona dentro de la crónica”, explica uno de los autores que habrá que seguir en los años que vienen.




from La Tempestad https://ift.tt/2sHX2YU
via IFTTT Fuente: Revista La Tempestad

No hay comentarios:

Publicar un comentario