Esta semana se abrirá al público el pabellón ganador del concurso anual convocado por el Museo Experimental el Eco, que supone una reflexión temporal del ámbito arquitectónico a partir de una invasión temporal de sus instalaciones. La octava edición consecutiva del concurso se articuló a partir del concepto “arquitectura pura”, propuesto por el arquitecto Isaac Broid (nombrado artista del año junto al despacho Productora en el “Presente de las Artes en México”).
TO Arquitectos, que ganó el concurso para diseñar el pabellón, propone llenar el patio del museo con una estructura de varillas de metal que sostiene una serie de platos de cobre producidos de forma artesanal. Los platos de cobre (colocados a una altura de 1.95 metros) coinciden con el eje horizontal de la cruz del ventanal que se abre hacia el patio, generando una techumbre flexible que se activa y respira a través de la interacción lúdica y musical que sucede entre el espectador y la instalación.
De naturaleza 100% reutilizable, “Campanario”, nombre del pabellón, plantea también el juego espacial que sucede con el volumen del museo a partir de los reflejos producidos por los platillos de cobre, los cuales anuncian su presencia desde la entrada, la salida o el pasillo del museo e incluso desde la calle.
El Eco presentará, de forma simultánea, las maquetas de los seis finalistas del concurso Pabellón Eco 2018, así como la exposición Horizontes de ocupación, del artista visual Miguel Ángel Madrigal. La exposición del también arquitecto propone transformar el espacio expositivo en un espacio activo –una suerte de diorama– que analice y establezca una plataforma para el análisis crítico del contexto del museo capitalino.
La inauguración del pabellón, así como de las dos exposiciones, se llevará a cabo el próximo sábado 17 de marzo a las 13:00 horas.
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