I Have Erections Too, Gwladys Alonzo, es la sexta exposición de El Cuarto de Máquinas: una galería fundada en 2015, establecida en la calle de Colima de la colonia Roma. Es, en pocas palabras, una galería joven. Se ha dicho bastante, aunque, curiosamente, se ha reflexionado poco acerca de los espacios de arte independientes –¿autónomos?– de la Ciudad de México; pero se ha puesto muy poca atención a los proyectos comerciales –¿negocios?– de reciente aparición, como Parque, Pantalla Blanca o El Cuarto de Máquinas. Ambas voluntades, sin embargo, la independiente y la mercantil, obedecen a los mismos fines: la producción de nuevas narrativas estéticas y el cultivo de nuevos públicos orbitando alrededor de una política propia.
Otra exposición reciente de Alonzo es Bajo El Volcán, que se pudo ver hasta el mes de julio en Guerrero-Projects (la sucursal de la galería mexicana Enrique Guerrero en Houston). Dicha muestra fue arropada bajo el manto exótico de la mayor pieza literaria de Malcolm Lowry. El texto curatorial envuelve la obra de Alonzo en un asombro amateur –¿turístico?–: la borrachera sensorial después de leer Bajo el volcán: road trips de Monterrey a Sinaloa, de Oaxaca a la Ciudad de México y la movida artística de Guadalajara; en suma un safari de olores y materiales, inmersiones rurales. El comunicado de prensa de esa exposición hablaba de inspiración, carnalidad y misticismo: subproductos de la mercadotecnia de exposiciones. La exhibición de la Roma se desentiende de la historia personal del autor y privilegia la obra: “impulsos radicales que evocan cuerpos autónomos”, dice Alberto Ríos de la Rosa, curador de la exhibición en el texto, en el que se advierte cierta distancia entre las obras y el montaje, que introduce a la misma.
La muestra de Alonzo es una exposición pasiva, casi paisajista: tres salas pobladas de esculturas casi bidimensionales: trece instantáneas creadas con materiales de construcción: uniones entre esmalte y ladrillo; yeso y vidrio soplado; cera y mármol; madera, plomo y concreto; y púas metálicas, aerosol, acrílico y electricidad. Que si las esculturas son posminimalista o minimalistas, es intrascendente. Las erecciones de Gwladys Alonzo (Francia, 1990) en I Have Erections Too nos recuerdan que la construcción, de autor o vernácula, de un edificio o de una sociedad, es fálica, es masculinista, es picuda. Pero que podría construirse, erigirse, de maneras distintas, a modo femenino.
I Have Erections Too estará abierta hasta el 21 de octubre.
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