El Polyforum Cultural Siqueiros –inaugurado en 1971– fue declarado Patrimonio Cultural Urbano en octubre de 2014 por el Gobierno de la Ciudad de México. Ahora, como ha ocurrido en varios puntos de la ciudad, el predio en el que se encuentra sufrirá una transformación que se mantendrá fiel al modelo de especulación inmobiliaria que lentamente ha ido alterando el paisaje de la ciudad: en el predio (privado) se erigirá una torre de 48 pisos de usos mixtos. El objetivo, en principio, es financiar a través de la nueva torre el mantenimiento del Polyforum. El pasado 11 de septiembre, tras un acuerdo entre el Gobierno de la Ciudad de México y la familia Suárez, dueña del predio, se creó un fideicomiso para “rescatar” al Polyforum. Como informó la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el actual presidente del Polyforum considera: “Esta solución es ya común en muchos lugares del mundo, donde los recintos culturales se mantienen en óptimas condiciones porque conviven en armonía con inmuebles generadores de recursos”. El diseño del proyecto estuvo a cargo de BNKR, dirigido por el hijo de Alfredo Suárez, Esteban Suárez. En la descripción del proyecto, el arquitecto apunta que la torre funcionará “como un telón de fondo que pone al Polyforum en primer plano y lo hace brillar como el gran diamante arquitectónico que es”.
El espacio del Polyforum necesita, es cierto, ser rescatado: su administración actual lo ha convertido en un espacio para eventos de todo tipo (incluyendo bodas y graduaciones). “No puede negarse que el Polyforum es un espacio valioso que lleva años disminuido y mal aprovechado”, considera la museóloga e historiadora de arquitectura Gina Cebey. “En contraste, la Tallera, también de Siqueiros, es un espacio que hoy tiene una vocación de museo: preserva y difunde un acervo, cuenta con un programa académico y artístico, los propios murales son exhibición permanente y además es parte de la red de museos del INBA. En muchos sentidos es un museo vivo, la intervención de la arquitecta Frida Escobedo reforzó esta idea y mostró que es posible intervenir el espacio sin alterar el carácter de la obra. En este sentido la situación del Polyforum es otra. Hay una contradicción entre la idea de arte público que propuso Siquieros en sus obras y el carácter absolutamente privado de construir una torre de oficinas, con comercios, hoteles y departamentos para mantener al edificio”.
¿Resulta imposible imaginar mecanismos de financiamiento que no pasen por la lógica de la especulación inmobiliaria? “En principio, la propuesta parece hacerlo bien: le da lugar al Polyforum, además de servir para financiar su conservación y operación”, considera el arquitecto y editor Alejandro Hernández Gálvez. “Eso último es el problema, más allá del Polyforum: la aparente incapacidad como ciudad y sociedad para imaginar otras maneras de mejorar o conservar que no partan de la idea de ‘negocio’. En muchos casos la lógica del ‘negocio’ va por su lado y a su propia escala: se construye para que el negocio sea negocio y no sólo para subsidiar lo que se necesita, sea el Polyforum, la propuesta para el CETRAM en Chapultepec o la publicidad en los paraderos propuestos en la Línea 7. Al ser el Polyforum un espacio privado, es difícil pensar en una situación que no privilegie la ganancia o suponer que no debiera construirse más que lo estrictamente necesario para mantenerlo y recuperar la inversión, pero viendo todo lo construido en esa manzana es imposible no imaginar un modelo que protegiera y subsidiara el espacio a través de esas obras desde hace muchos años, un modelo en el que en ese y otros casos lo público pesara más (incluso si la propiedad es privada). Eso, hoy, es sin duda una utopía”.
Unos meses antes de que el Polyforum Cultural Siqueiros fuera declarado Patrimonio Cultural Urbano, el arquitecto Esteban Suárez concedió una interesante entrevista a Enlace Arquitectura. Citamos: “En BNKR creemos en lo que es la sustentabilidad poligámica. La poligamia se refiere a un matrimonio que permite a las personas casarse con varias personas a la vez. Eso interpretado hacia la sustentabilidad, ¿qué implica? Que no nos tenemos que limitar únicamente al uso de tecnologías verdes cuando nos referimos a la sustentabilidad. Que nuestros edificios sean económicamente sustentables, socialmente sustentables, culturalmente sustentables, políticamente sustentables y, ¿por qué no?, conceptualmente o ideológicamente sustentables”. En la cama con todos, ¿se puede ser ideológicamente sustentable?
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