Las obras interactivas y los performances audiovisuales del artista esloveno Martin Bricelj Baraga investigan la relación entre el hombre y la máquina, los aspectos sociales de la cultura popular contemporánea, el monumentalismo futuro y las dimensiones políticas de las realidades mediadas de hoy. Estos días el Festival de Arte Nuevo, que se desarrolla en Chihuahua, exhibe en el centro de la ciudad la pieza Moonlith, del creador esloveno. “Es una de las piezas centrales del evento. Se trata de una escultura callejera de tres metros de diámetro que a través de un sensor rastrea las manos de las personas mientras que una proyección cambia de acuerdo a su movimiento”, explica Mauricio Valdés San Emeterio.
La pieza consiste en un monumento de forma circular que no sólo responde a sus visitantes al reflejar el espacio y la gente alrededor de él, sino que también utiliza la luz y el sonido para visualizar las fases de la luna y las constelaciones, haciendo “tributo a la temporalidad monumental del paso del tiempo”. Moonlith es el resultado de una investigación realizada a través de la plataforma DarkStar, que se unió a Bricelj Baraga y su equipo, conformado por expertos en diversos campos de la investigación, para desarrollar un monumento contemporáneo interactivo y móvil que pudiera insertarse el espacio público. La obra forma parte de la serie Nonument, una seria de objetos utópicos en el espacio público con un fuerte mensaje simbólico a través de lo espacial y virtual. La serie refleja la investigación del artista sobre el significado y el desarrollo de los monumentos y la fenomenología de la memoria colectiva.
Moonlith se puede ver en el centro de la ciudad de Chihuahua hasta el 10 de diciembre.
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